miércoles, 17 de mayo de 2006

"Se cierran las ventanas. / Se recogen los manteles. / Llueve en los relojes. Se guardan las frutas. / Se olvida la cuestión del taburete. / Se ensucian los bordados. / El musgo crece desesperadamente. / No hay palabras, porque llueve. / La gente escampa bajo los ficus. " Francisco Mir

No hay palabras, cierto.
No, cómo decir, cómo dar esta agua que nace y corre, que me desborda el corazón, que borra los dolores pinches, que quita la tristeza. Llueve, oh, cuánto y qué hermoso llueve.

Un asunto sin embargo me preocupa, cómo iré por Mariana, si este tropel de gotas sigue corriendo, como parece que seguirá, cómo caminaremos bajo el agua por tantas calles, par de andantes que somos...

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