Brújula
Te pedí indicaciones, imploré por el rumbo. Intentaste ayudarme con ademanes y mapas garabateados en el aire. Pero al percatarte de mi evidente incapacidad para entender el norte y el oeste de la vida, y el sur y el este de la muerte, como a niñita, de la mano, me llevaste.
Al placer.
Que yo buscaba.
2 comentarios:
Asi voy yo de tu mano por tus letras.
Un besito no esta nada mal para hoy.
Este, que es tiernito, también tiene un dejo de tristeza...
Besotes, Jo!
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