Esta noche quisiera
más que nada
tener tus ojos cerca
poder poner mi boca sobre ti
y morderte.
más que nada
tener tus ojos cerca
poder poner mi boca sobre ti
y morderte.
Ve tú a saber
Ve tú a saber, amor
de dónde sacaremos filo
para cortar tanto ombligo
que anda suelto.
Ve tú a saber, amor
si el tiempo
retornará a secar
el llanto de los perros.
Ve tú a saber, amor
cuál de los nombres
repicará con armonía
en este lodazal de tu memoria.
Ve tú a saber, amor
cuándo estos dedos
podrán estrangularte
dulcemente.
Ve tú a saber, amor.
Llueve
Me tiro de cabeza
a darme un chapuzón
entre tus piernas
4 comentarios:
ah, esta última!, la obra más tuya. Recuerdo haberla publicado en una pequeña "revista" escolar del ITMAR, en la sección Poemas de Otros (como el poemario de Benedetti).
Fita: estoy llegando a la conclusión que tienes sangre del sur: la primavera te trae más peligrosa que a Boticelli, jeje.
Saludos.
Vaya chapuzon con albricias.
Ve tu a saber cual de tus palabras me ha calado hondo el corazon.
Un beso del sur.
PINA: sangre del sur, la norteña (esa soy yo)... mi sangre no tiene puntos cardinales que, por otro lado ¿qué es eso?, diría el David desde su cercana lejanía o viceversa
Máximo: tus besos, estos sí que del sur, aunque lleguen de uno en uno, los disfruto enormemente y me siento una rosa de los vientos
qué delicioso eso de los puntos cardinales... me sabe (¿o suena?) a algo parecido al granate: la granada.
¿Será porque al morder viaja por todos lados su dulzura en rojo (granate, más bien)? O será por la misma osadía rebelde de la fruta, que además mancha la piel,la boca, la ropa y es así de inlvidable... no se.
Y todo por el post de arriba, -creado (casi) por Mariana- y la luz (o la falta de ésta)
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