jueves, 26 de octubre de 2006

Para Pina, para Emma.
Para Francisca, Fidelia, Ivonne, Inés, Flavia
Lucina, Mirna ,Marilú, Tania y Renée.
Para Mariana Isabel
.

El Dragón


Vereda, no camino
para vestir muñecas con arrullos tiernos
y luego desvestirlas de impaciencia
con el aburrimiento de la curiosidad satisfecha.

Las muñecas empaparon nuestra ubicación
nos dieron la certeza insólita
del oeste
lugar en el que nunca viviremos.
eternas habitantes del deseo y el temor.

El camino, no vereda
señalaron con sus mordisqueados dedos
las muñecas.
Y mientras, el cabello,
exhibición del disfraz,
se enredaba
germinando en peines, trenzas y jalones.

Paseamos por las añoradas playas del verano,
los imaginados callejones de la persecución oscura,
las ciudades de oro, el polvo de las carreteras,
los salones lujosos, la plaza y todas las lunas...
calzadas con tacones ahuyentados sin permiso
de las madres
y de sus cajones.

Fuimos muertas
nos lloramos en los corrales
tendidas en la sombra de los árboles frutales
bajo el cobijo de las flores calientitas.
Nos sentimos muertas. Creímos en el sufrimiento,
y rezamos inmisericordemente antes del llamado
para la tarea
el baño o alimento que resucitaba nuestra vida niña.

Fingimos la boda
los divorcios, la viudez, los hijos, la risa
y los dolores.
Aprendimos de la lluvia el desconsuelo y la humedad
el irse, no llegar
y los relámpagos.

Ahora, cuando el aire dulce sostiene su mirar
atardece y nos envuelve.
Como un cerco sutil nos cerca.
Como un barco fugaz
navega en nuestra piel
y tiembla.
El aire nos penetra porque somos de papel,
nos hunde en un silencio falso.
Como cruel sirena
canta, nos convence y vamos
con los brazos extendidos
como nos enseñó la muñeca:
A morir
ahogadas en un espejismo
líquido
que vuela

Llegó la muerte
la ausencia es verdadera
y a nosotras nos gustaría vivir en una iglesia
sin ventanas
ni puertas
o arriba de una higuera
todo el día manoseada por la lluvia
y toda la noche acosada por el rayo.
No aprendimos de la muerte sino el dolor
los opacos ojos de nuestras muñecas.
no sabemos de ella
no entendemos por qué las manos vacías
y la flor ya seca.

En una madrugada solitaria
tratamos de ver el rostro en el espejo
de una hoja en blanco.
Abrimos los ojos
y el sobresalto nos hiere
cuando vemos el mensaje ausente.

Todas queremos ser palomas
saciar la sed
en charcos recién lloviznados
y en cambio aguantamos dedos y mordiscos
porque somos el dragón
sin dragón
el puro fuego.

La soledad:
Un muro pelón
estorbo derrumbable
para brincarlo
recargar la embriaguez
o sobriedad que nos convenga.
Un muro pelón
para orinar, poner grafitis
para pintar mentiras
o verdades que se borran
con la lluvia, el sol o más pintura.
Un muro pelón
sin puertas, ventanas, ni agujero de ratón
sin enredadera firmemente
abrazada a los cimientos.
Un muro pelón
y frente a él, en fila, estamos.

Porque somos el dragón.

Nos hemos escondido
han contado hasta diez.
Morimos con el corazón arrebatado
atrás de los espejos
parecidas a los hilos de agua
de la telaraña en el reflejo.

Pero nos encuentran.

Salimos tras la luna
desorbitados los deseos
de esfumarnos
y estamos escondidas dentro de los calcetines
con el sudor fresco y excitado
arrinconadas en la página final del libro más polvoso.

Pero nos encuentran.

Saltamos los cercos
nos arrastramos abajo del viento
callamos nuestro pelo escandaloso
con arena fría,
masticamos el respiro, lo tragamos,
sacamos fieramente la lengua mentirosa
de nuestra muñeca,
pisamos y no se oye porque no avanzamos.

Pero somos puro fuego
y nos encuentran.

Siempre.

6 comentarios:

Bernyciento dijo...

Una figura de la mujer que nunca antes había sido tomada en cuenta... ¡Vaya! No deben limitarse a ser simple flor, ave o mariposa...

Con cariño, admiración y respeto,
su amigo, alumno y cómplice literario,
Óscar Bernardo Duarte Ballesteros

(Visite mi blog:
http://universoberny.blogspot.com).

Unknown dijo...

Fita, este poemazo me encanto y quiero que se sepa, de corazon.

Que bien llevado en lluvia de signos hasta el final.

Cuantas pequeñas historias entrelazadas entre chispas de fantasia y color local

Felicitaciones!!!



Te abrazo y te beso.

Pina dijo...

Fita:
cuánto tiempo sin venir.
He tenido una semana de locura.
Gracias de nuevo.
¿Qué puedo decir?...

Saludos desde un ciber cerca de la casa de Julio, donde festejan su cumpleaños los escorpiones.

jose fá dijo...

Máximo, poemazo le dices a mis palabras y ¿qué decir cuando?

... Gracias y por venir y por tu beso

Pina, ¿así que semana de locura? me encanta eso. Un abrazo también al que cumplió de ti cerquita.

Pina dijo...

Gracias.
Y no creo que te encantara esta locura si la vivieras a este ritmo; pero gracias por imaginarla así, je. Me aliviana.

Abrazos a ambos... los útimos de este octubre de cumpleañeros.

sylvíssima dijo...

Primera vez en este blog y se viene a encontrar una con este poema que me ha fascinado y que rondará mi mente de aquí a que llegue la noche y cierre los ojos.

Va un abrazo apretadito,
S.