Discurso de recompensa
Accederemos a todas sus demandas
satisfaremos
con larguísimas palabras
sus justísimos deseos.
Haremos con las eses y con las vocales
una gran palabra
que cubra sus solicitudes simples.
(para sentir las piernas apoyadas
para tener los brazos aferrados...)
Les daremos lo que quieren:
los bosques
las perlas encantadas
los sapitos.
Les pondremos a los ojos
esa muerte por la que suspiran
los sepultaremos
plantaremos flores
(y eucaliptos, por supuesto)
Luego están los agradecimientos,
ya lo saben.
4 comentarios:
No me hace falta tener la más remotísima idea de qué es lo que estás diciendo.
Me encanta.
Los sapitos me dejaron patitiesa.
No sé, pero es que me encantan las cosas que escribís, son bellas y conmovedoras.
Besos de parte de dios (te manda una vaquita de San Antonio)
yo solo quiero hacerme nido en tu clitoris
puedo subir y bajar un poco, luego hinchar el pecho como sapito
brincar en mis manos como lagarija
resumir la historia universal en un alarido genetico mundial y terminar tu poema en una entrega
total de millones de años de evolución biologica, por si los quieres usar
no demando más
A alguien le gustó muchísimo el sapito, también.
=D
Me dibujaste una sonrisa verde.
Gracias(porque sabias que te lo iba a agradecer, lo dice el final de tu buen poema)
Ahora los sapitos dicen beso.
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