Instancias para dormir un poco
Hazte lo más pronto que se pueda
veintisiete heridas
en la piel recóndita
del último cabello
de tu frente.
Donde más te duela y acongoje
colócate un boquete tierno
a jalones saca tu sonrisa
y échala en un vaso a nadar un rato
con la dentadura.
Pon las yemas de los dedos
de tu mano izquierda
sobre el fuego
y lanza un alarido suave
cuando oigas los gemidos
de tu carne ardiendo.
Tócate sin miramientos
la llaga de tu ombligo
y verás brotar a chorros el cansancio
cuando llegue la cosquilla.
Tal vez entonces
lentamente
los ojos se te cierren
y caiga tu conciencia como losa
sobre el sueño.
Y luego
duerme
sòlamente
un poco.
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