jueves, 29 de marzo de 2007

Instancias para dormir un poco

Hazte lo más pronto que se pueda
veintisiete heridas
en la piel recóndita
del último cabello
de tu frente.

Donde más te duela y acongoje
colócate un boquete tierno
a jalones saca tu sonrisa
y échala en un vaso a nadar un rato
con la dentadura.

Pon las yemas de los dedos
de tu mano izquierda
sobre el fuego
y lanza un alarido suave
cuando oigas los gemidos
de tu carne ardiendo.

Tócate sin miramientos
la llaga de tu ombligo
y verás brotar a chorros el cansancio
cuando llegue la cosquilla.

Tal vez entonces
lentamente
los ojos se te cierren
y caiga tu conciencia como losa
sobre el sueño.

Y luego
duerme

sòlamente
un poco.

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