viernes, 21 de septiembre de 2012

Solos

En el medio del ajetreo laboral oigo el teléfono, insistente, respondo. Es mi amigo Rafael:
-  Biblioteca, buenas tardes -voz cortés y distraída si es que se puede ambas.
-  Eres tú. Qué bueno. Porque ya sabes que sigo una regla, si no me respondes tú, no insisto. Significa que no debo, que no me toca hablar contigo.
-  Hola... (No debo criticar su absurda regla, nadie más puede  responder el teléfono en estos días y él lo sabe)
-  ¿Tienes tiempo?
-  No mucho, en verdad -queriendo ser sincera, aunque tal vez descorteseé.
-  No tardaré mucho.
Empezando a arrepentirme de mi casi brusquedad: No, no te preocupes, dime.
-  ¿Qué día es hoy?
Estupor... ¿día?
-  Es... 21
-  No, día de la semana
-  Viernes, digo desconcertada
-  Vaya... creí que sería miércoles, algo así
Me río
-  Algo así es, digo.
-  Ayer en todo el día no hubo cómo enterarme de qué día era
-  ¿Y necesitabas?
-  ... No.
-  Pero ahora sí...
-  Tampoco. Es bueno en ocasiones saberlo. nada más. Y tengo el radio encendido y en ningún programa han dicho el día, solo la hora a cada rato.
-  Pues es viernes 21 de septiembre, digo y él ríe. Fuerte.
-  Los dos estamos solos.
-  Yo no, aquí está lleno de usuarios que trabajan, hablan, escriben, se mueven, me piden cosas... (Me defiendo.)
- Igual yo, aquí está lleno de fantasmas, que me hablan, me piden cosas.
Callamos ambos uno, dos instantes, tal vez tres.
-  Tienes razón, le digo
-  Estamos solitos... Por eso te llamo... Ya me voy, luego hablamos. Mañana
-  Sí, hasta mañana

Y la certeza de la soledad inocultable aparece, resplandeciente, cada día cuando el teléfono suena.





1 comentario:

Abril Lech dijo...

El diálogo fluido y tan real me dibujó una sonrisa. Tal vez un viejo truco para recordarte "aqui estoy" "allí estás". No existe la soledad para el alma creativa...

Me ha dicho Max que tiene algo para mi de ti, y me lo dará ni bien nos veamos, que imagino será pronto. Gracias de antemano, no he visto nada aún. Te envuelvo en un abrazo. No hay soledad...
No para el alma que crea.
Y sabe.