viernes, 30 de enero de 2009

La culpa es ¿de los tlaxcaltecas?, 2
(Hagan de cuenta)

Va de nuevo para La Maga

Este fragmento es de la novela ¡Minero!, de Eligio Espinoza Ojeda

“El sindicato de mineros en Cananea data de los años veintes, y se llamaba “Sindicato Minero Mártires de 1906”. Funcionaba desde entonces ern forma totalmente irregular debido a la ignorancia. Se quería luchar pero no sabían cómo hacerlo.
Los gringos, grandes conocedores de la naturaleza humana, sabían aquello de que “divide y vencerás”, habían propiciado la fundación de otro sindicato; eran conocidos como Sindicato blanco, formado por empleados de confianza, oficinistas e ingenieros y el Sindicato Rojo, formado por los trabajadores.
En 1935 el líder del sindicato nacional de mineros empujó para que se formara un solo sindicato, pero a la hora de la votación había mucha presencia de miembros del sindicato blanco, y en plan de intimidación estaban a la vista muchos mayordomos gringos. La votación se mostraba bastante floja, hasta que un minero de nombre Ramón Olivas se adelantó y dijo:
-¡¡Ramón Olivas va a votar, y voy a votar por el sindicato rojo, y al que no le guste que se vaya mucho a tiznar a su madre!!
Ante esa muestra de valentía los mineros empezaron a votar y terminaron ganando por aplastante mayoría.”
.
Valentía, eso es.
.
¿Con quién hablar? Te digo que.
Depende.
De lo que quieras oír.
Así que puedes tratar:
.
Con un sindicalizado. / Con un sindicalizado en huelga / Con un (ex)empleado de “tercerías” / Con un (ex) confidencial / Con un priísta / Con un panista / Con un perredista / Con una mujer /Con una mujer esposa de sindicalizado /Con un minero retirado / Con un comerciante aún vigente / Con un ex comerciante / Con un niño / Con un niño hijo de sindicalizado en huelga /Con una maestra / De escuela de gobierno / De escuela particular /Con un cananense viviendo en otra parte de México / Con un cananense en Cananea / Con otro / Y otro...
.
Los resentimientos varían, las burlas, los argumentos, los pleitos, los rumores, la violencia, los resentimientos, las burlas, los argumentos, los pleitos los rumores, la violencia… el cuento de nunca acabar, nunca acabar, nunca.
.
El cuento.
De la inacabable huelga.
.
.
En estos días de frío te imaginé bajo mis cobijos.
Estos días llegaron y nunca llegaste.
Llegaste pero cuándo.
LLegas y te vas, en sueños.
Querido lejano.
Como ya viste, no sé cómo decirme para ti.
Pero lo intento.
Te beso.
Y te beso.
.

jueves, 22 de enero de 2009


La culpa es ¿de los tlaxcaltecas?
Para la Maga

Una cadena es una serie de muchos eslabones enlazados entre sí. Un eslabón es una pieza en forma de anillo o de otra curva cerrada que enlazada con otras forma cadena. Los eslabones se hacen de hierro, plata y otros metales o materias (o inmaterias, los eslabones también pueden ser de música, de montañas, de infortunios, etc.)

No se puede o sí -yo soy incapaz- saber cuál fue el primer eslabón. ¿Será la visión del mineral, el olor a cobre, el color verde, lo que desde hace siglos atrajo al hombre a este territorio?

El caso es que así, eslabón tras eslabón, acontecimiento tras circunstancia, siglo tras riquezas, pasado antes que futuro y demás lógicas, llámese explotación minera, revolución mexicana, sindicalismo, corrupción, avaricia, ambición, lucha obrera, charros, líderes, paros, ideales, contratos colectivos de trabajo, gandallez, abusos de poder, huelgas… se ha hecho una cadenota que difícilmente se rompe.

Agua abundante, praderas verdes, ganado, árboles frutales. La huelga.

Y la recesión mundial y un presidente negro en la gran potencia cercana, y el precio del cobre a la baja… El pueblo languidece.

Casi nunca hay agua. El organismo operador del sistema distribuidor del líquido carga con adeudos según dicen insuperables por los cuales ha contraído a su vez adeudos según dicen también, insuperables, con la comisión federal de electricidad, la cfe realiza cortes al suministro de energía eléctrica, las bombas cesan su (bombeo, claro) y el agua se ausenta de las tuberías. Todos los días. Sí hay agua, no hay cómo hacerla llegar.

El gas en tuberías desde hace ¿cien años, más? … la compañía de gas amenaza con cerrar, despedir empleados, dejar a la gente sin el servicio. Deudores muchos… porque se esperaba que la huelga concluyera en un plazo razonable, se dieron créditos, se esperó a los deudores

Tiendas grandes cierran, changarros desaparecen, la gente emigra…

Y con-ti-nua-rá… (tal vez)
.

martes, 20 de enero de 2009

.
Mi abuela materna se llamó Isabel, María según yo creía, pero no.
Solo Isabel (sus apellidos fueron Gámez Robles).
.
Cuenta mi madre que cuando mi abuela nos visitaba –muy frecuentemente para nuestra fortuna-, el hermano mayor de mi padre, mi tío Manuel, cuando bebía iba a nuestra casa y encontraba a mi abuela en la cocina (ella nos preparaba entre otras delicias melcochas y atoles) y (aquí mi madre me dice, nunca olvida este detalle: “se sentaba en este escalón”) apoyado en el marco de la puerta, cantaba: ”Isabel, Isabel de mi vida / yo te adoro con firme constancia / mi corazón se encuentra delirante / Isabel, Isabel por tu amor” (ignoro si la canción dice otra cosa, no sé quién la cantaba o la escribió, nunca la he encontrado) y tal acción provocaba el enojo (aparente o no) de la Isabel que en ese momento tal vez deseaba aventarle la cuchara a la cabeza al ebrio simpático y no que le cantaba y coqueteaba medio en serio medio en broma (mi abuela era una viuda muy guapa). Siempre he escuchado aquella otra:

Del corazón de una palma
nacieron las Isabeles, delgaditas de cintura
y de corazón... alegres...
Al pasar un arroyuelo
a la sombra de un laurel,
juntaba cabellos de oro,
donde se peinó Isabel.
Ven querida, ven, abrázame
a tu corazón,
por mucho que tú me digas,
no es ninguna satisfacción...
Qué bonitos labios tienes,
labios color de manzana,
si tú me correspondieras,
yo me casaría mañana...
Qué bonitos dientes,
dientes color de marfil,
yo me casaría contigo,
primero por lo civil.
Esta es la canción,
es la canción de la Isabel,
que es tan linda como una rosa
y tan bella como el clavel.

Que la canta Pedro Infante y me acabo de enterar que es de Luis Pérez Meza

Tantas canciones que les escriben a las Isabeles, ésta, de Camilo Sesto se llama Isabel (¡claro!), un pedacito:

“Isabel, Isabel...
lo que yo daría por tenerte otra vez
Duró poco tiempo
quién sabe por qué
abriste tus alas cuando probaste la miel
Sin querer queriendo te llevaste mi fe
y mi orgullo te llora donde quiera que estés”


Esta otra, cantada por Luis Miguel y muchos, es de José Luis Perales (un fragmento, el más pegajoso e insípido):

Isabel,
sueño de mis sueños
Quiéreme Isabel,
como yo te quiero
Quiéreme Isabel
Quiéreme Isabel, quiéreme

Isabel,
flor de limonero
Quiéreme Isabel,
como yo te quiero
Quiéreme Isabel
Quiéreme Isabel, quiéreme


Francisco Mir en su libro Proyecto de olvido y esperanza tiene un poema que se llama “Isabeles”, aquí está, completito:

La que ve como nadie los pájaros blancos de la noche y tiene la pureza de las alas y los vuelos posados en los árboles. La que cuida el sueño del caserío y advierte cuando la deshonra se levanta por la madrugada y en lecho ajeno pervierte la virtud, hace vagar a los pecadores por los trillos sin dejarse oír, la gente la confunde con una ceiba y le enciende velas y destripa frutas de olor en sus raíces. La que viene como canción y se parece a la luz porque se viste con sedas blancas y largas. Totalmente desnuda y descalza recorre los techos y se asoma a las ventanas para darnos su primavera. Por último la que cocina viandas mágicas para mi mesa, cuando el poblado entona sus sones y el mojo se rocía haciendo agujeritos de placer en las caras, hasta que uno mismo sin darse cuenta respira y origina el arcoiris.

E inmediatamente (en el mismo libro)tiene otro, que se llama “Isabel solamente”… concluye así:

“Pensaba que usted sufría y abrí la ventana, dejé que se mojaran los tapetes y manteles, que se humedecieran las mechas y que la oscuridad trajera la luz más fresca.”

El poema que sigue es de Raúl Gómez Jattin, muy bello:

Qué te vas a acordar Isabel...
.
Qué te vas a acordar Isabel
de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio
de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos
de la baranda donde llegaban los barcos de La Habana cargados de...
.
Cuando tenías los ojos dorados
como pluma de pavo real
y las faldas manchadas de mango
.
Qué va
tú no te acuerdas
.
En cambio yo no lo notaste hoy
no te han contado
.
Sigo tirándole piedrecillas al cielo
buscando un lugar donde posar sin mucha fatiga el pie
.
Haciendo y deshaciendo figuras en la piel de la tierra
y mis hijos son de trapo y mis sueños de trapo
y sigo jugando a las muñecas bajo los reflectores del escenario
.
Isabel ojos de pavo real
ahora que tienes cinco hijos con el alcalde
y te pasea por el pueblo un chofer endomingado
ahora que usas anteojos
.
Cuando nos vemos me tiras un "qué hay de tu vida"
frío e impersonal
.
Como si yo tuviera de eso
Como si yo todavía usara eso
.
Mi abuela Isabel tuvo una hija, Estéfana, murió un abril, el día que cumplió 33 años, antes, parió 10 hijos, sólo cinco vivieron. Cuentan que un día le dijo a su madre que ya no nombraría Isabel a sus hijas porque se le morían ¿Y quién te dice que les pongas así? respondió enojada mi abuela (casualidad o no, los sobrevivientes no se llaman Isabel) Los nombres se repiten, generación tras generación...

Mi prima preferida se llama Laura Isabel. Mi mejor amiga, Josefina Isabel. Mi hija, Mariana Isabel

Hay un libro, antología, de nombre Todas se llamaban Isabel . La protagonista de todos los cuentos es una Isabel (¡por supuesto!). Y a manera de epílogo el libro tiene esto, de Liliana Santirso:
.
“Isa tenía un globo / un solo globo redondo / redondo y rojo / diferente a cualquier otro globo / a cualquier otro globo rojo / El globo de Isabel / se volvía azul / cuando otros niños lloraban.”
.
Pd: ¿verdad que logré que las Isabeles les caigan mal?
Pd2: Y eso que no incluí un poema que alguien escribió para mí y que se llama "Isabel" , casi hubiera parecido un colmo
.

viernes, 16 de enero de 2009

De la canción “Los pájaros perdidos”, fragmento
Música: Astor Piazzolla Letra: Mario Trejo


“Después busqué perderte
en tantas otras
aquella otra y todas eras vos;
por fin logré reconocer
cuando un adiós es un adiós,
la soledad me devoró
y fuimos dos.”


De “Qué me van a hablar de amor”
Letra: Homero Expósito. Fragmento

“era mi amor, pero un día
se fue de mis cosas
y entró a ser recuerdo.
Después rodé en mil amores...
que me van a hablar de amor!”
.
.,
De ¿Emmanuel Carballo?, poema:

Juego a las escondidillas
Voy de cama en cama
Y no doy contigo
.
Es tarde somnolienta de un viernes en un enero nuevecito de un año casi ¿intacto, completo, incólume?
Jaja, qué tontería, siempre que es enero el año está empezando, todos los eneros son el primer escalón (subir, bajar, no importa tanto), el primer trago (vino o veneno)
Todos los meses, llámense como se llamen nos llegan enteritos y los hacemos trizas o los aprovechamos (o ninguna de las dos opciones), les abrimos la puerta con expectativas (¿no es lo mismo que esperanzas?) o con decepción precoz
Mientras, escribo algo que se llama "La culpa es de los tlaxcaltecas", pensando en el excelente cuento de Elena Garro, aunque no tiene nada que ver, sino en el título (¿salvo el título?)
.

lunes, 12 de enero de 2009

Hace días
La idea fue ver el nacimiento y entré a la iglesia con Mariana.
Junto al bello nacimiento había una caja con un mensaje en grandes letras, decía, más o menos: “¿Qué le vas a regalar al Niño Dios?” Según Mariana me instruyó su abuela ya había llenado el formato que allí estaba junto a varios lápices, y yo tenía que escribir mi regalo también. Bueno, dije, lo llenamos ambas. No, dijo, yo ya lo hice el domingo (se negó a decirme lo que ella escribió)
Ofrecía un listado de ocho opciones, las cuales eran, palabras más, palabras menos, éstas:
1. Perdonar a quienes te han ofendido
2. Hacer una obra de caridad
3. Hacer un sacrificio
4. Regalar cariño a alguien que te resulte antipático
5. Ser mejor hijo, madre, padre, hermano, etc.
6. Ser mejor estudiante, empleado, ama de casa, etc.
7. Visitar a un enfermo
8. Ofrecer la Comunión por la Paz

Fue muy complicado decidir. No se vale pensarlo tanto, dijo Mar. Así que me apresuré ¿Cuál de estos ocho puntos-proyectos será menos fácil? Porque se trata de hacer lo que nos cueste. Digo, cualquiera con su capacidad de simbolizar y de aplicar metáforas más o menos intacta (qué inexactitud, intacta es una palabra redonda, es o no es) hace propósitos de año nuevo, se fija metas, esta lista es algo así, creo… el problema es cumplir. Así que elegí lo más difícil… ahora, a tratar de hacerlo. Es un regalo, dice Mar, no se vale echarse para atrás.
.

miércoles, 7 de enero de 2009

Yo cotejo

Me gusta mucho comparar (vestigios de alumna de Darío en mis manías cotidianas… ¿tienen que ser cotidianas? si no lo son no son manías, me dice una vocecita que a veces me corrige y me dicta cosas)

Si son textos, canciones, personas, imágenes, palabras, a veces comparo. No lo hago con mala intención, ni deseando establecer jerarquías, sólo suelo buscar similitudes, relacionar (¿para qué?... supongo que para estar). Es más, las semejanzas no las busco, me brincan a la cara (¿ven? Aquí está lo irremediable si vieron Alien…)

Oigo una canción y otra me está sonando en la memoria (bocina inverosímil, invencible, invaluable) Veo un rostro y otro se me aloja en la retina (en el punto ciego, ja) diciéndome dónde, a quién se parece, esos ojos cuándo me miraron… Las palabras son sitios encantadores en los que voy y vengo, comparando. Los significados juegan a las escondidas…

Como ejemplo, este bolero de Vitín Avilés que me gusta y me dice tanto:

Temes

Temes, que yo diga un día

en cualquier esquina

que tu fuiste mía,

en una aventura

donde no hubo amor.//

Temes, que se entere el mundo,

de que en tu pasado

soy lo mas profundo

y aunque tú lo niegues

que miedo te doy.//

Brindo con silencio, mi

homenaje triste

al ayer de besos, que

pasó y no existe

nunca diré nada,

prosigue tranquila

con tu nuevo amor.//

Sientes, un miedo terrible

mas leí en tu cara

que lo más que teme

tu vida vacía

es que diga un día

que yo te olvidé.//

Brindo con silencio, mi

homenaje triste

al ayer de besos,
quepasó y no existe

nunca diré nada,

prosigue tranquila

con tu nuevo amor.

¿A poco no se parece a esto, de Asclepíades?:

Me niegas: ¿y para qué?

No hay amantes, querida, en el otro mundo, ni amor más que el de aquí:

sólo los vivos conocen la dulzura de Afrodita…

allá abajo, allá en el Aqueronte, prudente virgen,
polvo y ceniza seremos solamente al yacer juntos.


Otro ejemplo, esta canción que alguien me dice que es muy naca (extraño concepto del que deseo hablar algún día), “Abeja reina”:

Con amor te busqué un colmenar / Te llevé de la mano / No dormí fabricando la miel /Que te alimentara.// Con el polen mas fino del mundo / Construí tu cama / Trabajaba panal por panal / Mientras descansabas.// Me equivoqué, me equivocaba /


(un inevitable paréntesis, Rafael Alberti me susurra: "Se equivocó la paloma, se equivocaba") Sigue canción:


Mientras te amaba / Poquito a poco /Me aniquilabas. Y te sentías /Abeja reina que ambicionaba / Abeja reina una colmena / Abeja reina de oro y seda. // Y yo sabia / Abeja reina vendía mi vida / Abeja reina con tal de darte / Abeja reina lo que querías. //Te ofrecieron un trono mejor / Donde tu reinaras / Desayunas caviar con champán / Todas las mañanas. /Te podrán sobornar pero nunca / Te darán su sombra / Y el amor mi querida señora / Con nada se compra. / Y te sentías /Abeja reina que ambicionaba / Abeja reina una colmena /Abeja reina de oro y seda. / Y yo sabia /Abeja reina vendía mi vida / Abeja reina con tal de darte /Abeja reina lo que querías. // Donde estarás amor /Que te darán de cena /Quien te cobijara /Abeja reina. //Donde estarás amor /Que te darán de cena /Quien te cobijara /Abeja reina.

Y este Bellísimo poema de René Char?

Consuelo

Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa
a dónde vaya en este roto tiempo. Ya no es mi amor: el
que quiera puede hablarle. Ya no se acuerda: ¿quién en
verdad le amó?
.
Mi amor busca su semejanza en la promesa de las
miradas. El espacio que recorre es mi fidelidad. Dibuja
la esperanza y en seguida la desprecia. Prevalece sin
tomar parte en ello.
.
Vivo en el fondo de él como un resto de felicidad.
Sin saberlo él, mi soledad es su tesoro. Es el gran meridiano
donde se inscribe su vuelo, mi libertad lo vacía.
.
Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa
a dónde vaya en este roto tiempo. Ya no es mi
amor: el que quiera puede hablarle. Ya no se acuerda:
¿quién en verdad le amó y le ilumina de lejos para que
no caiga?
.

Entrepierna es una palabra, entre piernas es una situación, entre las piernas es un lugar... callejón es un lugar, se parece a lenteja, lenteja se parece a caracol, caracol me suena a baba, baba a palabrerío, palabrerío a discurso, discurso a convencer, convencer a tu entrepierna, que es sólo una palabra...

.

Claro, nada nuevo bajo el sol... aunque pareciera que se trata de soles distintos los que calientan cada cabeza.

.