viernes, 9 de julio de 2010

El asunto...

Puede ser efecto de cuestiones climatológicas ¿cómo puede o no afectarnos esta lluvia que no cae y debería estar ya mojándonos?

Estoy esperando por un paquete en la centralita de camiones, decrépita, oscura y calurosa.

Mientras, llegan camiones, se van, sube gente, gente se baja, maletas van y vienen.

Puede ser efecto de medicamentos que para el dolor he estado tomando. El asunto es que...

¿por qué ese tipo saca su cel, marca y habla en cámara lenta? No es sólo él quien actúa de esa incómoda manera. Todos a mi alrededor se mueven como si estuvieran adentro de una pecera

El paquete no está, me dice el empleado exageradamente pausado. Busco personalmente en la libreta de recepción de paquetería, con lentitud extrema, y digo contando cada fonema: aquí está... Oh, dice él... buscaré ¿es una caja? Luego de pensarlo innecesariamente por una eternidad respondo: no creo, es un sobre (cuánta ambigüedad)... mmm, deje ver. Todos se mueven como sin querer. Aquí está, me dice, enarbolando un sobrecito mínimo... ¿El sopor veraniego de una tarde pueblerina?

Así ha estado siendo (¿ha sido?) todo lo que he querido escribir últimamente... (¡ocho verbos en esta línea!)

Anexo:
En una antigua tabla sumeria, que fue desenterrada a fines de la década de 1880, en Nippur (la región que hoy ocupa Irak, este poema que se considera como el más antiguo de amor:

"Novio mío, próximo a mi corazón, grandiosa es tu belleza -se lee en la primera línea-. Me has cautivado, déjame presentarme temblorosa ante ti. Novio mío, seré llevada al dormitorio." (Lo que él aparentemente hace.) "Novio mío, has obtenido placer de mí -continúa-. Cuéntale a mi madre, que te dará delicias; también a mi padre, que te dará obsequios."

Vaya.
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martes, 6 de julio de 2010

Intercambio

Por no dejar, me dejaste un cocodrilo triste y debo confesarte que nada en depresiones constantes. No lo saca del marasmo negro ni mi beso más dulce. Y lo he intentado. Intermitente y concienzudamente.

Alguien me secretea que hay maneras de matar al cocodrilo sin que te des cuenta. Después de todo, lo dejaste bajo mi cuidado (no lo soporto) y la idea aunque me seduce no deja de repugnarme o viceversa. Matar a un cocodrilo… ¿qué moralidades quebranta? Tendría que saberlo.

Sus lagrimitas no me estorban, ni su lamentar constante. Lo que detesto es el contagio que derrama, la oscuridad que vierte sobre todo. Lo húmedo que el mundo es desde su llegada.

Sé que con mi tigre estarás teniendo dificultades y lo lamento pero el intercambio resultaba ineludible. Dos no caben en mi almohada y tú necesitabas, ahora lo comprendo, urgentemente deshacerte del cocodrilo. Espero no creas que es un trato para siempre.

No puedo matar al cocodrilo chillón aunque me esmere en el crimen perfecto. Quiero de vuelta mi tigre. Pinche trato desigual. Si te pido de vuelta mi tigre, tal vez recuerdes a tu cocodrilo (puedo disecarlo ¿te darías cuenta?)

Cada raya de mi tigre vale más que el cocodrilo completo. Cuántos se pelearían por una rayita ínfima en un ojo, una sola y sin lloriqueos.


Tu cocodrilo además de consuelo debe alimentarse, y pollitos ya no tengo, debo ver ¿qué moralidades quebranta? Tendría que saberlo. ¿Ranas, sapos, pisoteo valores con eso?

Casi ni llora y solito se alimenta. Quiero mi tigre de regreso.