jueves, 26 de noviembre de 2009

Cine oriental

uno puede ir por el mundo, jaja, o por el pedacito de mundo donde le tocó vivir (dice Cristina Pacheco) creyéndose inmune a lo que los demás piensen. De uno, claro.

Y así (por ejemplo), un tipo, con quien nunca he intercambiado palabra alguna, de no tan peores bigotes pero fuera por completo de cualquier expectativa que yo pudiera tener al respecto, me detiene en la calle y dice que como estoy sola me invita a vivir con él, me anuncia todo lo que cree saber de mí y casi me espanto al oir los planes que para nuestra vida en común ha maquinado, pero decido que puedo tener concha que me cubra, que haga resbalar todos esos espantajos ideáticos, ideosos, ideales, idealistas, idiomáticos... y le digo que no, gracias.

y una mujer desconocida se cree con el derecho de preguntarle, casi reclamarle a una por qué se cortó "su cabello, tan bonito" y balbucea respuestas uno como si no supiera el porqué (¡habráse visto!)

y así, la gente que ve cómo una camina, va y viene, hace y deshace, puede porque cree que debe, conjeturar (conjeturear, fabular) y cree que si uno camina en soledad es porque no tiene con quien caminar (que puede ser cierto y también puede no serlo) que si uno se viste como se viste es porque es lesbiana (¡hágame el cabrón favor con tal deducción!) como si el respirar le diera a cualquiera el derecho opinar en cuanto a preferencias ajenas, sexuales o no... gente que deduce el signo zodiacal por la manera cómo uno va sorteando los charcos o metiendose en ellos


La gente cree que una es muy seria, que es muy sangrona, que está loca, que está sorda, maniática, frenética, pasiva, peligrosa, solemne, que es poeta (¡jajaja! no falta quien lo piense)


Llega el momento en que todo esto, uff, cuánto fardo, ouch, qué lastre, huy, anclas, garras, ventosas, telarañas, pegamento, cómo se las quita uno de encima

no basta, como pareciera, ser inmune o ilusionarse con serlo. Ni decir con convicción me vale madres aunque nos valga (porque la verdad qué importa lo que todos piensen y digan y supongan)

Pero

el asunto es que la mala vibra es pelusilla, estorbo, musarañas, y no hay lobo capaz de soplar con tal prestancia y raudo que pueda echar la puerta abajo

y uno anda por este pedazo de mundo como en aquella película de terror tal vez japonesa donde un fantasma vengativo habita sobre los hombros del asustado galán

hagan de cuenta
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sábado, 21 de noviembre de 2009

.Versiones de la conjetura
Si yo fuera mujer, Patxi Andión

Si yo fuera mujer / Tendría que empezar / Por abrir del todo / El telón del fondo del mito virginal / Y del hombre macho. // Si yo fuera mujer / Podría publicar / Miles de razones / Del secreto de Don Juan / Las carcajadas nos harían llorar. // Si yo fuera mujer / A mi no me tocaba / Un tonto con coche / Música de fondo / Y pose de John Wayne / Me daría el gusto de violarle a él. // Y así nada igual / Muerte al violador / Premio a la infidelidad / Desearía tomar eso / Que ellos llaman nuestra libertad. // Si yo fuera mujer / Si yo fuera mujer / Yo me tendría que querer. // Si yo fuera mujer / No me casaría / Nada de sostén / Nada de pastillas / Que las tome él / Y ahora que lo sabes / Ahora tomame. // Y así nada de igualdad ... // Si yo fuera mujer / Tendría que empezar / Por abrir del todo / El telón del fondo / Del mito virginal / Y del hombre macho. // Si yo fuera mujer / Si yo fuera mujer / Si yo fuera mujer

Femenina, Mario de Sá-Carneiro

Yo quisiera ser mujer para poderme extender
al lado de mis amigos, en las banquitas de los cafés.
Yo quisiera ser mujer para poderme poner
polvo de arroz en la cara, delante de todos, en los cafés.
Yo quisiera ser mujer para no tener que pensar en la vida
y conocer muchos viejos a quienes pedirles dinero.
Yo quisiera ser mujer para pasar el día entero
hablando de modas y chismes muy entretenida.
Yo quisiera ser mujer para tocarme los senos
y aguzarlos al espejo, antes de irme a acostar.
Yo quisiera ser mujer para que se me vieran bien estos enredos
que en un hombre, francamente, no se pueden disculpar.
Yo quisiera ser mujer para tener muchos amantes
y engañarlos a todos, igualmente al predilecto.
Cómo me gustaría engañar a mi amante rubio, el más esbelto,
con un muchacho gordo y feo de modos extravagantes.
Yo quisiera ser mujer para a quien me mirara excitar.
Yo quisiera ser mujer para poderme negar. **

Ella se lamenta , Raúl Gómez Jattín

Me hubiera gustado ser varón
para poseerte
Para darnos trompadas en señal de ternura
y de fidelidad
Para ponerme las botas de capataz
y cabalgarte desnudo
Para amenazarle con un revólver
Pero yo
Una mujer
Una simple mujer
¿Qué puede hacer de memorable
en la prosecución de un amor?

**Traducción del portugués: Mario Bojórquez. Tomado de la Revista Biblioteca de México # 105
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jueves, 19 de noviembre de 2009

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Perdidosa

Inopinadamente (qué palabra) intercaló en su charla insustancial, (digan si no, hablando como estaba del color del cielo y de la necesidad de cambiar de posición la vida), lo siguiente:

- Creo que de verdad soy una perdida –mirándose las uñas pintadas de un muy tenue rosa, uñas verdaderas, acoto

- ¿Por? –decidí no abundar en la interrogante: ¿porquédicesesoquiéntelodijocómoseteocurre,etcétera; ella quería hablar… hablaría

- Cuando Fulano y yo nos separamos, tú sabes que yo sufrí, te consta –me consta, en efecto- y luego él quiso volver y yo no quise, porque ya para qué, dijo que no quería perderme. No regresé, entonces me perdió ¿qué soy?

- mmm, pues…

- Y con Zutano ¿lo recuerdas? Pasó igual, él me perdió… por cabrón, si bastante tiempo extra le regalé –temí que siguiera su diatriba contra Zutrano, muy merecida pero también bastante dicha

- Pero no es ese el verbo, no así (trató de aflorar la función correctora de diálogos)

- No importa, a Mengano le dije orita vuelvo... y es que pensé que volvería pero yo cómo iba a saber… y entonces, pues, no volví. Él de seguro aún dice que me perdió, pobrecito
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– No sé qué decir. A ella no le importa que no sepa que decir, aun si supiera no me dejaría. Necesita cerrar su discurso:

- Como sea, yo estoy muy bien, así, de perdida ¿ y tú?


Creo que ese es un discurrir lógico y pensé en mi Fulano, Mengano, Zutano y hasta en Perengano, caramba, no puedo evitar sentirme un tanto extraviada, todos me perdieron, literal o metafóricamente… ¿o no?
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A manera de EPÍLOGO (o pilón)
PERDIDA(Chucho Navarro) Javier Solis (Mexico)
Perdida te ha llamado la gente /sin saber que has sufrido /con desesperación //Vencida quedaste tú en la vida / por no tener cariño /que te diera ilusión // Perdida porque al fango rodaste /después que destrozaron /tu virtud y tu amor // No importa que te llamen perdida /yo le daré a tu vida /que destrozó el engaño /la verdad de mi amor // Perdida porque al fango rodaste /después que destrozaron /tu virtud y tu amor // No importa que te llamen perdida /yo le daré a tu vida /que destrozó el engaño /la verdad de mi amor...
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(Tan,Tan... y nada qué ver en verdad, pero no podía dejarla pasar, no podía perderla) Y éste, también:


De Epigramas, Ernesto Cardenal

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
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Cada quien su versión, perversión, diversión, subversión. Así es.
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domingo, 15 de noviembre de 2009

aquí todo es parco y escueto

y me pregunto

cuánto podría el espíritu

sin la costumbre

tanto color y tanto verbo

resistir
(¿dónde parapetarse
qué responder
para qué hacerlo?)



aquí sólo el viento frenetiza
alguien le ha dado ese derecho
y corre por las noches
como el que sabe que llegará
o que nunca

el viento se multiplica

en nubes y polvo

que no alimentan

sino a la soledad

sábado, 7 de noviembre de 2009

receta en tres tiempos
(pero si no, per si mo, per ci bo, per ce bo)


Viajábamos con Guadalupe y Sylvia, Venecia, Elmer y yo, regresando de Guaymas a Hermosillo; una vez allí, yo seguiría el viaje camino a Cananea. La charla durante el recorrido pasó por variados temas, uno de ellos fue la comida, así, llegamos a los pérsimos. Yo les conté de un lugar cerca de Nogales, el cual yo siempre creí que se llamaba "laguasarca" (lawasarka?), hasta que descubrí, maravillada, un día, que el nombre de ese rancherío es "La agua zarca", les conté que allí cultivaban pérsimos. Sylvia preguntó si habíamos probado pan de esa fruta, a mí me pareció muy difícil, solo fresca la he comido, muy dulce, y difícil de cocinar, pensaba yo: Sylvia me regaló una receta para preparar ese pan. Aún no ha llegado la oportunidad de probarla. La cocina es otro oficio que no se me da.

PAN DE PERSIMO
2 tazas de harina
2 cucharaditas de canela
3 huevos
1 cucharadita de carbonato
taza de pasas
1 taza de nuez picada
1 cucharadita de royal
1 1/2 tazas de azúcar
1 cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de vainilla
1 taza de aceite
1 puntita de cucharadita de clavo
2 tazas de pulpa de pérsimo machacado o hecho puré (ENTRE MAS BLANDOS ESTEN MEJOR)

Se bate en este orden; huevos, azúcar, aceite, agrega los ingredientes secos cernidos (harina y especies), pérsimos y al final se agregan nueces y pasas y se lo hornea.
(¡Gracias, Sylvia!!)
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Hace algunos años, mi mamá y su amiga Domy fueron a un vivero a comprar un ¿árbol? de pérsimo. Lo llevaron a su casa cada una, lo plantaron y esperaron a que creciera y diera frutos. Nada. Hace apenas unos cuatro años, Domy llamó por teléfono a mi mamá

- ¿a qué no sabes qué es el pérsimo?

- ¿pérsimo? -invento que mi mamá respondió

-no, el pérsimo no es pérsimo

-no entiendo ¿lo que es el pérsimo es no pérsimo?

-ay, la Coyo, te digo que nos engañaron, nos vendieron un arbolito que no es pérsimo ¿o por qué crees que no ha dado pérsimos?

-¿porque no es pérsimo? -uff, esto de dialogar inventos no se me da

- ándale: es arándano

Arándano. Nadie aquí había visto un árbol de arándanos, el engaño colectivo duró tanto porque tampoco habíamos visto uno de pérsimos. Los arándanos son riquísmos, mucho menos dulces y mucho más pequeños que los pérsimos (repito el nombre de estos dos frutos tanto porque me agradan: nombres exóticos y dulzones ¿Cómo te llamas? Arándano y me apellido Pérsimo, soy primo de Dátil y de Pasita, aunque pueden confundirme con Tomate... Este fue un paréntesis en exceso simplón)

En un libro que se llama Me lo contaron... lo cuento, de José Jesús Terán Morales, y que es una compilación de anécdotas, leyendas u "ocurrencias" de la gente del campo sonorense... el autor hace mención de una anécdota, ubicada precisamente en Cananea a principios del S. XX, es "¡Qué sabrosa fruta!... ¿cómo se llama?"

Nos narra de algunos trabajadores provenientes del sur (todo lo que no es Cananea es : "El Sur" -o el norte, como si este pueblo no estuviera en ningún punto cardinal-, estos hombres además de ser del sur, eran guachos -palabras del autor) a quienes les dieron a probar pérsimos, les gustó tan dulce fruta y preguntaron el nombre, la respuesta de un minero fue:"¡Sunifánfanos", todos los testigos ratificaron la información, impávidos...

Ya en el pueblo, los informados fuereños, decidieron comprar fruta y preguntaron a una mujer que si tenía sunifánfanos; ésta los maltrató verbalmente todo lo que pudo y los echó fuera de su negocio... claro, pronto alguien les hizo el favor de aclararles que sunifánfano es, en lenguaje regional y minero, los genitales (¿la parte genital?, así podría ser singular) de una mujer (el libro dice "el deste" de la mujer)... hasta parezco viejito prejuicioso narrando anécdotas pueblerinas... jaja

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martes, 3 de noviembre de 2009

¡Guau!
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Nunca he sentido especial simpatía por ellos, tampoco lo contrario. Soy indiferente a los encantos que tienen para otras personas. Preferiría un gato, en todo caso (pero no lo prefiero, mejor no imagino cosas).

Los perros y yo coexistimos en sana paz. Me conduelo, eso sí, de ellos, soy capaz de alimentarles y llorar por ellos si la ocasión lo amerita, reírme de sus gracias, los veo como a seres vivos... un perro enfermo y en la calle es una piedra en el zapato de lo que casi pudiera ser felicidad rutinaria; una perra en celo me perturba, somos habitantes del mismo barrio planetario. Pero nunca estaré con un perrito en brazos o colgado de una bolsa...

Tres me han mordido (¿no que sana paz, pues?), dos de ellos negrísimos, uno se llamaba diablo el otro no sé, el tercero era café y se llamaba wiski ¿Por qué me mordieron? cada uno, de acuerdo a su tamaño y el de sus dientes y a la circunstancia -el diablo de verdad me hizo daño- eligió morderme... nunca sabré por qué. Puedo conjeturar pero hoy no quiero.

El happy vive en nuestra casa desde hace casi quince años, para su tamañito esos son muchos años de perro. Sabe cosas que yo no sabía que los perros podían saber ¿saber se aplica a los perros?
(encuentro esto en el diccionario: "Saber estar alguien: fr. Comportarse adecuadamente en un determinado ambiente")

A veces lo vemos desde la sala, por la ventana y él no se da cuenta -a veces sí se da, de esas veces no hablo- y está tirado sobre su tapete con ella, la deja comer de su plato, beber de su agua, juegan ambos, se nota que se sienten a gusto (¿sentirse a gusto aplica a un perro?) juntos. En las noches no sabremos, porque su casa está en el corral, muy lejos de cualquier ventana discreta o no. He llegado a ver, cómo, fugazmente, como si se tratara del rescoldo de alguna pasión olvidada (¿pasión, olvido, aplican a un perro?) el happy pretende que la monta.

Se comporta de manera ¿humana? cuando, tirado junto a ella (esas veces que no sabe que llevamos rato viéndolo), casi haciéndose piojito uno al otro, abrimos repentinamente la ruidosa puerta... él salta, ella también, él ladra, ella corre, él pareciera perseguirla, ella aparenta huir... Ejecutando sus papeles como si el abrir la puerta significara: ¡cámara, acción!

Todo porque el happy sabe o cree, adivina o presiente que no nos gustan los gatos.
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