jueves, 4 de junio de 2009

las mañanas suelen ser
tranquilos agujeros plácidos

a veces pareciera
que uno aunque desee
no puede salir

y en esas ocasiones
la mañana se eterniza

y estamos enfangados
en su pesadez tan dulce
a media noche

(podemos, incluso
llegar hasta la muerte
y no nos damos cuenta
porque flotamos
en una mañana que se estira
y que nos aprisiona)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ah, las mañanas!
ah de algunas de ellas tan especial y terriblemente sencillas y sin embargo grandiosas...

Miriam García Aguirre dijo...

Josefa: Estoy muy triste por la muerte de los niños en el incendio. Me he levantado pensando en el luto de las familias, de la gente de Hermosillo, de Sonora, de todos nosotros. Cuánto hemos perdido. Quiero mandarte un abrazo, a todos. Desde Tijuana, Miriam

Buch dijo...

Se topa uno las cosas cuando no va pensando en ellas.

jose fá dijo...

Miriam: Mucha tristeza. Yo también te abrazo.

El dolor parece que crece cuando se combina con la impotencia y el coraje.

Cuídate.

Anónimo dijo...

Casi me arrepiento de haber dejado un comentario alentador, como este que dejé la noche del jueves 4 de junio (a las 11:19 de la noche, como puedes verlo ahí mismo).
Y es que este suceso que nos ha dejado frágiles ha marcado una frontera que nos divide entre el antes y el después de ese 5 de junio tan doloroso.
Y es obvio que la noche del viernes cinco ya no podría decirte lo mismo que la anterior.

La impotencia es mucha y la injusticia con que se manejan es titánica; por eso debemos rasgar la justicia terrenal porque es lo menos que podemos hacer.

Un abrazo que sea luz y que ayude a hacer justicia.

jose fá dijo...

Casi es afortunado no saber dea ntemano qué ocurrirá, ni imaginarlo. Saberlo nos impediría vivir, no tendríamos planes, ni esperanza...

Un abrazo. Cuídate mucho.

Abril Lech dijo...

Es el momento del día en que tengo mas energías! Pero paradogicamente no es el que mas me gusta...