jueves, 10 de diciembre de 2009

Souvenir
A solas en mi cuarto
busco en la oscuridad
un eco de tu nombre
estoy de pie desnudo
camino y siento esto
adentrarme desnudo en una sombra
acogedora y ávida y a eso
yo lo he llamado siempre con tu nombre
Tomás Segovia


Frente a mí, a unos 70 cm está:
  • la persiana
  • la ventana
  • unos tres metros de pasillo
  • otra pared con ventana
  • persiana
  • cinco metros de aula vacía
  • pared
  • persiana
  • vidrio
  • unos veinte metros más allá, cerco
  • treinta o cuarenta metros más, cerro con vía
  • atrás, cerro pelón
  • el cielo, la cebolla azul
  • el universo (no es negro, ni gris, es ¡beige!)
  • ya nada
  • todo
Esto es el espacio, no está , nos rodea, lo hacemos a donde nos movemos. Aquí, allá, enfrente, atrás, arriba, abajo, en niguna parte. Lo mismo.

Y el viento:

cortinas moviéndose

paredes frías e invisibles

espinas flotadoras

ruido volador

sonido papalote

rehilete canto

Creo que la idea del poema se parece a esto: Tango blandengue

1 comentario:

Buch dijo...

¿Espinas flotadoras? ¿Rehinete?
Investigaré esto, pero desde luego el universo es beige. Nunca lo había pensado, pero lo es.