viernes, 8 de diciembre de 2006

Melodía

Estaba dormida cuando te oí, te moviste junto a mí, tarareabas una dulce melodía que desconozco… y te pregunté, somnolienta: ¿me hablaste?
Y tú.

Olvidando el protocolo de la vida y de la muerte, dejando de lado las reglas elementales del decoro y la cortesía, olvidando que un muerto no puede aparecerse ni hablar sino sólo en sueños, me besas y dices: “No, mi amor, duerme.”

9 comentarios:

Anónimo dijo...

este me me gusta para ser incluido en El Libro de la Imaginación

Anónimo dijo...

eso tienes que verlo con la autora

Unknown dijo...

Ay Fita, que bello es esto. Lograste quitarme la desgana, la pereza y el sopor. Y hoy hace mucho calor.Esto se engancha con lo que voy a decirte:


Recorde al promediar el texto a Juan Rulfo y volvi a Comala, a Pedro Paramo, al mismo placer que me ha dado ese libro.

Besito.

Lezbyk dijo...

Maestra:

Es una sazona... Le mando un millón de besos y abrazos, cero por ciento dosificados...

"Ventura..."...


;-)

Anónimo dijo...

nosotros enviamos dos; ya sabes por qué.

Manuel Parra Aguilar dijo...

Pues a mí no me gustó tanto, maestra, i disculpe si mi opinión le desagrada. Sí, estoy sobrio, no se asuste. Espero no caerle mal. Lo primero es lo cacofónico de los dos renglones al inicio: "Estaba dormida cuando te oí, te moviste junto a mí, tarareabas una dulce melodía"... dice usted, pero a mi modo de ver, el "dormida" i el "melodía" está tan cercano qe causa molestia, por lo menos en mi oído. Lo siento, no lo tengo tan desarrollado como las personas anteriores qe comentan el texto suyo. Ahora bien, lo qe sigue -salvo el viaje qe se da por las formas- es predecible. ¿Me hablaste? No, duerme. ¿No le parece como una canción mal lograda de cierto grupo musical norteño? Digo, me suena hasta falso, regalado e inverosímil. No digo qe no se dé, simplemente no me convence el texto en su totalidad para decirle a usted qe es muy gueno, porqe en realidad no lo creo. He leido otros de usted, i este es algo flojito. Chin, no se vaya a enojar. Upss.

Anónimo dijo...

Uy!
hay que agradecer que existe la sapiencia, aunque ésta parezca un poco temerosa de marcar los "errores".
Lo dice alguien a través de un no menos cobarde anonimato (no vaya a ser que éste también se equivoque).

Anónimo dijo...

Y sin embargo te leen...

jose fá dijo...

No pasa nada, Manuel.
No ofrezcas tantas disculpas.
No te angusties.