sábado, 14 de junio de 2008

Nostalgia secadora

  • Hay tres canciones que me gustan. No, las canciones que me gustan son más, muchísimas más. Estas tres a que me refiero se parecen, pudiera decirse que son tres versiones de un mismo acontecimiento (Tooodas las canciones son versiones de un mismo acontecimiento: la vida… En fin). Sin embargo hay entre ellas matices, colores significativos que no pueden permitir que nos confundamos. Van (fragmentos):

    “Ya la higuera se secó / Ya tiene la raíz de fuera” Ya… es como si llegara lo inevitable, aquello que se nos dijo pasaría más temprano que tarde… “Ya mi prieta no me quiere / Porque ando en la borrachera” qué puede hacer el que canta sino seguir bebiendo, el destino ineludible: la higuera se seca, él bebe, no lo quieren, fatalismo.

    “Y este capiro ya se secó / Teniendo lágua en el pie” El estupor ¿cómo es posible que se haya secado, si está dentro del agua. “Tal vez sus hojas tengan razón / Pero el Capiro...por que” No entender cómo es que llega la muerte, si no estaba escrito, no aún. La oposición ante el fin. (Si yo no hice nada mal, cómo es posible que no me quieran)

    “Ya la enramada se secó / el cielo el agua le negó.” La explicación. Este sí que sabe que a toda causa hay un efecto. “Así tu altivo corazón / no me escuchó.” Se anuncia. Es otra enredadera, ese altivo corazón es lluvia que al no llegar lo secará.

Somos tan iguales, nada nuevo bajo el sol, los mismos temas, aquí y allá. Plantas que mueren, por ley natural de la vida, descuido o quién sabe por qué. Amor que no se entrega, que no es correspondido. Así cante Antonio Aguilar, Gilberto Valenzuela, Miguel Aceves Mejía o Javier Solís, están nostalgiando lo que se tuvo o no, lo que no se desea ya tener, lo que nunca se tendrá, por eso las canciones, a todos, nos dicen tanto. Por eso mismo, hay a quien no le dicen nada.

Pd: No pude evitar, Pina, recordar cuando a Darío le traté de hacer (me esforcé tanto) un trabajo presentable, que comparaba las distintas traducciones a un poema de Safo. La literatura comparada… recuerdo que esos afanes me entusiasmaban.

3 comentarios:

María dijo...

por eso es que nos andamos encontrando en las palabras de los demás a cada rato! yo por ejemplo: vengo a leerte porque sé que algo mio hay en ti, o será que aparte de humanos somos universales? Yo creo que sí.

Anónimo dijo...

Así es, María; también en las letras andamos como los perros oliéndonos la cola, jeje.

Y, Fita, no puedo evitar recordar -ahora que hablas de Darío y del Sahuaripa Valenzuela -cuando el primero hizo un análisis socioeconómico de "El Moro de Cumpas". En especial, de aquel fragmento que dice: "cheques, billetes y pesos le sobraron al de Cumpas". Decía Darío que eso era una demostración de las clases sociales que acudieron a ese evento al que hasta un Corrido se le hizo.

Y pensar que el Ché, al igual que Darío allá donde mismo, hoy estaría cumpliendo ocho décadas.

Un abrazo, Fita. Mejor dos.

Anónimo dijo...

Y esos afanes, ¿Ya no te entusiasman? Los autores de esas canciones no le han sacado tanto partido como tú. Creo que sin tuyas, en realidad.