lunes, 30 de marzo de 2009

Protagonizar la vida

Hay personas de quienes no podemos recordar anécdota alguna, ni curiosa, triste, ni molesta... sólo tal vez recordemos de ellos su nombre y que estuvo alguna vez en nuestra pantalla, no como protagonista, ni personaje secundario... sólo como doble y quizá.


Hay otros, en cambio, que no podemos pensar en ellos sin que a nuestra memoria llegue una avalancha (ah, las metáforas) de recuerdos chuscos, interesantes, macabros, o dolorosos.


Mi primo Manuel Aarón, "Miko", el mayor de mis primos, , el primer nieto de mis abuelos paternos, Josefa y Miguel, el que sólo nació unos años después de mi padre, es uno de estos protagonistas perennes.


Es sábado 28 por la tarde, recibo una bellísima noticia que me llena el corazón de flores y esperanza. Y una llamada telefónica que me dice que este mismo


sábado por la mañana murió el Miko, en Tucson, donde vivía desde hace más de 40 años tal vez. Hermano de nueve, primos y primas, nada secundarios pero como él, ninguno:


mujeriego, labioso, encantador, simpatiquísimo, charrero, excelente hijo, pero el peor de los hijos también.
Dos veces se casó. La primera con Juanita, norteamericana que no hablaba ni pizca de español y que junto a él, tan moreno, brillaba como sol. Tuvieron tres hijas, lindas y distanciadas de la familia desde que ellos se separaron. Años después le nacieron dos hijos de otra esposa. Ya todos tal vez lo hicieron abuelo desde cuando.
Él nunca dejó de dar de qué hablar.
De sus estancias en prisión recuerdo habernos carteado con fruición a pesar de la diferencia de edades que pudo habernos separado. Creo suponer que tenía yo en ese tiempo de que hablo 15 o 16 años.
Un día me pidió le mandase fotos mías y de mi hermana. En bikini, dijo. Le pedí explicaciones de tan peregrina solicitud (mi padre, de haberlo sabido, se habría negado rotundamente). Me respondió veloz para decirme que con esas fotos en bikini de dos bellas primitas obtendría favores y beneficios en aquel lugar; además podría intercambiar nuestra dirección con algún preso que se interesase en mantener correspondencia con alguna de nosotras. Aún me divierte pensar en su ingenuidad y/o malicia (ingenuidad al creer que se las enviaría y malicia.. por lo mismo).
En prisión estuvo encargado de una publicación que manejaba temas jurídicos, información legal para los presos y literatura, así como mensajes postales. Nos perdimos mi hermana y yo de aparecer en uno de sus números ataviaditas con bikini en medio de la nieve o el frío cananense. Tal vez aún anduvieran por allí nuestros cuerpitos en papel manoseados por manos encarceladas.
No fui su prima preferida. Ignoro si tuvo preferencias. Todos lo querían. Él sí fue el primo más loco que recuerdan la mayoría de mis numerosos primos, el sobrino más entrañable de los hermanos de mi padre. Del que más expectativas se tuvieron siempre.


El domingo 29 fue mi cumpleaños. Qué vida, pues.
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sábado, 28 de marzo de 2009


Albericoquitos (con Clínica Obrera al fondo totalmente desperdiciada y casi en calidad de desahuciada)
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Sábadode dedos fríos...
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dadodependientediablodudadordialectodemoledorduraznoderrotadodiálogodemente... Aquí, como bien parece, no dice nada... dominar despecho desarmable desamparo desamarro desafano desando desubico despeloto. aquí tampoco dice nada.: Sábado de dedosdesnudosy desanudados.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Versiones, otras

V
Su saliva era dulce
¡No me digas!
Sí que lo era y su lengua
¿Dulce también?
No, gentil.

VI
Porque me escribió un poema
De amor
No, diciendo que la mujer no existe
Qué pinche

¿Entonces?
Me lo escribió.

VII
Me decía cosas sucias
¿Apestosas?
Su-ci-as
¿Letrina, podredumbre?
Oh, tú sabes
Sí que sé
Cositas sucias
Qué rico

VIII
Porque me enseñó a volar
¿Te enseñó? ¿Me estás cuenteando?
Sí, claro
Ya lo decía yo

IX
Me daba viajes rebotando en la oscuridad
No te entiendo
Yo tampoco pero me los daba

X
Una vez lloró
¡Chillón!
Y no pidió perdón
¿Por eso?
¿Te parece poco?

XI
Porque me amaba
Yo no
Porque le amé
Yo tampoco
Ja, esa es una película
Y una canción
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lunes, 23 de marzo de 2009

Cuatro primeras versiones del porqué

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I

Es porque tenía sus manos muy grandes

¿Y?

Vas a pensar que estoy loca

No, dime

Con una mano podía cubrir mi rostro completo

¿Y?

Eso me excitaba

Órale, tá bien…

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II

Cantaba

¿Cómo?

Medio desafinado

No pregunto eso ¿cuándo lo hacía?

¿Ves la diferencia? dijiste: CÓMO

Perdón… ¿cuándo?

Cuando caminábamos

¿Y?

Casi no hablaba, no le gustaba hablar

¿Y?

Eso me hacía sentir bien, parecía feliz conmigo

¿cuando no hablaba?

Nooo... cuando cantaba

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III

Bueno, comía rico

No entiendo

Sí, me encantaba verlo comer

¿Por?

Porque su boca

Mmmm…

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IV

Era caliente

¿Cómo?

Calientito, de noche

¿Nomás?

Y me abrazaba. Mucho.

¿Y, qué más?

Olía bien. Era limpio.

Éit, eso se oye muy bien.

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martes, 17 de marzo de 2009





Estos son, sucesivamente, flores de albericoque, de membrillo y del hermoso durazno... Van para Miriam (lamento los textos fúnebres) ... ya sabes:
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"Que quien por un vidrio mira
que hace algún color distinto
todo cuanto ve con él
está del color del vidrio».
(Agustín Moreto)
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«Y es que en el mundo traidor
nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira».
(Ramón de Campoamor)
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Los lentes verdes que se usan en el reino de Oz (el terrible) para ver el mundo de esmeraldas lleno... En fin.
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viernes, 6 de marzo de 2009

“Antepuesto al cuerpo de la obra…”

Leo el prólogo a Elsinore, de Salvador Elizondo. Pienso.

· Que hace más de veinte años leí El Grafógrafo.
· Que Elizondo ya murió.
· Que leí también El retrato de Zoe y otras mentiras.
· Que hace viento.
· Que el tedio.
· Que también Farabeuf.
· Que el aburrimiento.
· Que el hastío.
· Que Narda o el verano me gustó mucho.
· Que el cansancio, que el hartazgo (que no es lo mismo ni igual dice el diccionario, ni el fastidio)

Los prólogos en ocasiones -no es este el caso- son tan o más interesantes que el material prologado y ya se sabe, no descubro, ni pretendo descubrir la forma de las nubes ni la volubilidad de los amoríos, ni el hilo de ningún color (el hilo lacre, en Pito Pérez). Repito lo que ya se sabe. Escribo.

Yo prologo, tú prologas, él prologa, nosotros prologamos…

Y nos convertimos en máquinas de prologar y escribimos para ser prologados. Pienso en un personaje que se echó a cuestas la dulce tarea de prologar todo material escrito que cae en sus manos. Y está bien. Digo, unos lo escriben y otros lo prologan, qué se le va a hacer.

Elizondo dice en El Grafógrafo: “Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo.” Oh, sí.

No es que lea Elsinore y por eso me haya detenido en el prólogo. Sólo pongo folios, números de adquisición en páginas, sellos, clasificación, me doy cuenta de que es el tercer ejemplar del título, distribuyo las tarjetas catalográficas. Hago mi trabajo. Mi trabajo me ha hecho.

Y leo un prólogo.

Nuestras vidas son los prólogos que van a dar… a algún libro acomodado en un estante en la biblioteca de los mares de la cotidianeidad.

(a veces el prólogo de nuestra vida es más interesante que el cuerpo de la obra, lo que en ella hemos escrito…ni modo.
En ocasiones quien lee el prólogo que nos precede, gracias a él desiste de leernos. O, por las virtudes del prólogo nos leen con fruición. Oh, decepciones… ni modo)
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miércoles, 4 de marzo de 2009

Almíbar casi primaveral

Marzo, mes de la primavera. Aquí, sin embargo marzo siempre (palabra que no es) fue un mes de invierno aún, de heladas y vientos.
Hemos tenido poco más de una semana con mucho calor y eso bastó para que los árboles frutales, específicamente los duraznos, albericoques y ciruelas, como en un acto de magia, se llenen de flores.
Blancas, y rosas en muchas tonalidades, todas florecitas delicadas que pretenden algún día convertirse en fruto.
Y volteamos al corral y allí están, y a los jardines, y a la distancia, por todos lados manchones blancos y rosados que sabemos con perfume; por todas partes las flores.
Alboroto en los árboles (el membrillo con sus bellas hojitas –no puedo decirles hojas, son hojitas aunque suene almibarado- llenas de pelusa), la gente con ropa veraniega se pasea, los pájaros cantan a todo lo que da. Los periquitos han tenido ¿periquititos?, la valentina, una perra del barrio, tuvo tres cachorros ayer.
Pero hoy las cosas parece que cambian. El viento llegó, los petalitos tiemblan.

Hay varias formas de vivir, aprovechando lo que venga o previniendo lo que vendrá. Alocarse en una primavera ilusoria y fugaz o dejar que a su tiempo lleguen las flores los frutos las hojas y lo que haya que llegar…

Y si el frío no se va ¿nos quedaremos con las flores arrumbadas?
Y si se va este precoz calor ¿nos dejará sin pétalos, matará los frutos el frío?

Me caigo tan mal cuando parece que doy consejos.

Pero no, no tengo ni la menor idea de la respuesta. Si es que la hay.
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lunes, 2 de marzo de 2009

Querer

y que a uno lo quieran.
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Vaya asunto.
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Desde que somos bebés deseamos agradar ¿para qué?
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¿Sólo un recurso biológico para recibir alimento, abrigo?
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Deseamos el apapacho, el abrazo, que alguien nos diga: lo has hecho bien, me gustas.
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Buscamos reconocimiento.
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Escribimos.
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Escarbamos en las relaciones con los demás, desentrañando el afecto con las herramientas de la sonrisa, la voz dulce, el acomedimiento.
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Igual en las relaciones de pareja. Pero.
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Hay veces que nos pasamos.
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Acosar no es lo mismo.
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No entender que el NO en ocasiones, muchas veces, casi siempre, significa NO (un adiós es un adiós, dice un tango), ocasiona muchos problemas, sobre todo si se trata de una pareja que ya no lo es ¿quién sabe lo que es una pareja?
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Hay algunas, muchas creo, canciones que ilustran la cuestión, distintos matices, pero el mensaje es el mismo: vete pálla, quítate de aquí, déjame estar… versiones del desamor.

Una.

No me quieras tanto

Yo siento en el alma, tener que decirte
que mi amor se extingue, como una pavesa
y poquito a poco, se queda sin luz
Yo sé que te mueres, cual pálido cirio
y sé que me quieres, que soy tu delirio
y que en esta vida yo he sido tu cruz
Ay amor ya no me quieras tanto
ay amor no sufras más por mi
si nomás puedo causarte llanto
ay amor olvídate de mi
Me da pena que sigas sufriendo
tu amor desesperado
que quisiera que tú te encontraras
de nuevo otro querer
Otro ser que te brinde la dicha
que yo no te he brindado
y poder alejarme de ti
para nunca más volver
Ay amor ya no me …
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Aunque es psicología inversa casi, donde el que pide quítate, queda como víctima o como salvador de quien no se entera de que el amor se apagó. Abre los ojos, ya no hay nada para ti, búscate otro (a). “Si nomás puedo causarte llanto…”, así dice, imposibilitado para causarle algún placer, un gustito aunque sea…
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Dos
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¿Y esta: Bohemio de afición que cantaba aquel Gerardo Reyes?
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Aléjate de mi no quiero que me quieras
yo soy otoño gris y tú eres primavera
tú llevas en tu ser pureza de adeveras
en cambio yo me pierdo por cualquiera
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Aléjate de mi yo en nada te convengo
mi mundo de ilusión es todo lo que tengo
infiel en el amor lo traigo de abolengo
rompiendo corazones me entretengo
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Yo todo lo que tengo lo doy por las damas
y nunca me entretengo a ver si me aman
les doy mi corazón tan solo una semana
y luego sin rencores dejo que se alejen si les da la gana
.
Me quito la camisa por un buen amigo
hoy vivo millonario, mañana mendigo
mi dicha y mi dolor, a nadie se lo digo
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
.
Bohemio de afición, amigo de las farras
de noche mi timón navega sin amarras
el antro de lo peor me atrapa entre sus garras
si hay vino, si hay mujeres, si hay guitarras!
.
Yo todo lo que tengo lo doy por las damas
y nunca me entretengo a ver si me aman
les doy mi corazón tan solo una semana
y luego sin rencores dejo que se alejen si les da la gana
.
Me quito la camisa por un buen amigo
hoy vivo millonario, mañana mendigo
mi dicha y mi dolor, a nadie se lo digo
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
.

Mira qué vivo el infiel.
Pobrecito, qué puede hacer contra su inclinación bohemia.
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Y Tres
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La que sí me gusta (que nadie me la cante nunca, que jamás la oiga de quien quiero…)Me gusta mucho, incluso me hace reir. es una que se llama La Milpa, de Los cadetes de Linares… no pone pretextos, no se justifica, no aduce cuestiones de genética o sociales. Ya no, dice.
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Ya no quiero que me quieras no seas necia
no dirijas tus miradas hacia a mi
lo que tengo es para ti el mayor desprecio
vive sin mi como yo vivo sin ti, como yo vivo sin ti
.
Haz de cuenta que sembramos una milpa
y esa milpa con la helada se secó
haz de cuenta que los dos fuimos basura
y vino el viento y lo que paso voló
y nos separó a los dos
.
Ya no quiero que me quieras no seas necia
no dirijas tus miradas hacia a mi
lo que tengo es para ti el mayor desprecio
vive sin mi como yo vivo sin ti, como yo vivo sin ti
.
Has de cuenta que sembramos una milpa
y esa milpa con la helada se secó
has de cuenta que los dos fuimos basura
y vino el viento y lo que pasó voló y nos separó a los dos.
.
Tan tan
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