sábado, 29 de abril de 2006

"Tengo la presencia de las palmas en mis manos enraizadas y el poder de los vientos para llegar a tus soledades." Francisco Mir

A veces el placer consiste, tan fácil que es decirlo, en dejarse llevar.
Pero nos oponemos, queremos decidir, saber a dónde.
Abrimos los ojos que solitos, tan dóciles, se habían cerrado. Y los abrimos con violencia.
Porque queremos ver. Aún en lo oscuro nos gana la necesidad del equilibrio.
Tan fácil que sería, qué fácil es decirlo: caer. Sentir que estamos en el suelo -llámese tierra, zacate, piso, arroyo, cobija o alfombra metafísica.
Y entonces el placer, mira qué fácil te lo estoy diciendo, aquí está.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vía Guayson, un saludos del Navo y e4stos 2