viernes, 8 de agosto de 2008

"Cuando te hayas agotado de extrañarme,
amor mío,
nos sentaremos a la sombra del jazmín
a tomar una taza de té."

Oh Sae Young

¿Quién puede negar que este fragmento de poema contiene, por lo menos, ocho bellas palabras?

Con esas mismas, por lo menos ocho, podríamos decir:

Té de jazmín
a mi agotado amor
en taza de sombra tiene...


Pero, obviamente, el poema no son sólo las palabras
el poema son las palabras y lo que dicen. Lo que esas palabras al lector le despiertan...

Amor, el jazmín propone que agotemos las sombras. Cuando preparo té intento extrañarte, para tenerte.
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En la sombra, el jazmín toma una taza de té de amor. Agotado, te extraña.

Cuando el jazmín en la sombra del amor florece, extrañada, te agoto, como si fueras una taza de té.

No, el poema no son las palabras, siempre falta el poeta...
La poesía es otra cosa (como tal vez diría el Alonso)
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí; esto es como hacer un gran banquete con unos cuantos ingredientes a los que nadie pone importacia. El hecho es cómo se mezclan y la diferencia es el resultado.

Anónimo dijo...

Loco idosaedro, ¿¿Tantas caras!!

Abril Lech dijo...

Pues a mi me suena a:

"Cuando nuestro amor
se haya agotado,
no te extrañe Jazmin,
si aún quiero
en las sombras sentarme
a disfrutar tus te-taza s".

:-)

Bueno, fue para poner el corte alegre y simpático, nomás.

En realidad me sugiere que en el fin de amor apasionado que nos hace necesitar al otro cada vez que no lo tenemos cerca, queda aún otro tipo de amor. El que puede en la paz del jardin disfrutar del aroma que tiene esa otra forma de relacionarse. La que es capaz de ser feliz compartiendo algo tan simple como una taza de te.

En cualquier caso es realmente una bellísima opción. Besos!

víctorhugo dijo...

se antoja un té (acompañado de un platillo, de esos llenadores).
saludos