martes, 21 de abril de 2009

Quejumbrar

El calor se acerca con pasos de elefante malherido y desbocado
(tal vez con pasos de mamut que se derrite…
como escorpión con doble cola
–el escorpión en realidad no tiene cola, lo que tal parece es una extensión del abdomen-
como tiranosaurio va llegando el calor con quejura, uñas y hambre)

Qué hacer, a dónde irse…

Parezco la quejumbre andando.

No se nos da gusto, dicen las señoras en la calle... ¿Queríamos calor? Bueno, pues aquí está el calor, no nos quejemos, abanicándose furiosamente.

Yo, lo confieso, no quería calor, deseaba menos frío eso sí, pero ¿tiene que ser así? ¿Hay que cuidar lo que uno pide siempre? No vaya a ser que:

Pedir un príncipe azul tal vez nos llegue morado
Pedimos agüita y nos inundamos
Solecito y nos quemamos.

Ah, la calor.

(Y esta nube, esta pinche nube.)
.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y si pidiéramos amor qué nos mandarían?

¿una orgía tal vez?

jose fá dijo...

ya sé, nunca pediré una orgía.... ¿imagínate!
oye, tal vez esa sea la solución, como en un reino del revés...

Pina dijo...

jaja