jueves, 23 de abril de 2009

Tarareo

Ta rararara rará,
Ta rararara rará
Ta rararara rará
Ta rararara rará

Así tallereábamos alguien y yo. Y alguien escribía así y yo no podía. Alguien se reía. Alguien y yo nos la pasamos bien. Yo amé a alguien. Alguien no sé si me amó. Eso ya no importa. Este retazo de poema es “Ta rararara rará”

el eco es la sombra del sonido
la palabra lo es del pensamiento
la saliva es la sombra de la lengua
y la caricia es del deseo
y:
Ta rararara rará…
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Cuánto placer en las palabras...
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miércoles, 22 de abril de 2009

Convoyar en rosa

Siete de la mañana. El sol ilumina la primavera verde en Cananea. Frente a nosotras, cual si desfilásemos, camina un hombre que trae puesta una camisola de color amarillo rabioso (qué valiente, pienso); delante de él, una mujer con una sudadera verde limón lleva de la mano a una niña con uniforme escolar y en su espalda mochila rosa. Veo a Mariana con su uniforme casi rojo, calcetas, suéter, diadema rojísimos todos, cabellera brillante, tengo la impresión de haberme transportado en un parpadeo a la página de un cuento coloreado por un niño, me imagino como muñequito(a) de un pastel de fiesta infantil, los ojos se me iluminan. Supongo.

Pero el mundo no es color de rosa, sólo algunas mochilas y utensilios de niña lo hacen parecer, a ratos.

Mientras caminamos rumbo al este, hacia la escuela, nos topamos con un buen número de autos, carros, camiones o como se llamen, cargados de militares (policías, soldados, federales, estatales, judiciales... la represión no sabe de arcoiris). Ellos no visten de colores. Sólo negro, gris, verde apagado, pasamontañas, armas, y uniformes. También.
..

martes, 21 de abril de 2009

Quejumbrar

El calor se acerca con pasos de elefante malherido y desbocado
(tal vez con pasos de mamut que se derrite…
como escorpión con doble cola
–el escorpión en realidad no tiene cola, lo que tal parece es una extensión del abdomen-
como tiranosaurio va llegando el calor con quejura, uñas y hambre)

Qué hacer, a dónde irse…

Parezco la quejumbre andando.

No se nos da gusto, dicen las señoras en la calle... ¿Queríamos calor? Bueno, pues aquí está el calor, no nos quejemos, abanicándose furiosamente.

Yo, lo confieso, no quería calor, deseaba menos frío eso sí, pero ¿tiene que ser así? ¿Hay que cuidar lo que uno pide siempre? No vaya a ser que:

Pedir un príncipe azul tal vez nos llegue morado
Pedimos agüita y nos inundamos
Solecito y nos quemamos.

Ah, la calor.

(Y esta nube, esta pinche nube.)
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lunes, 20 de abril de 2009

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Parece que lo único que puedo escribir en este, estos días es:

“tomo la taza de café con ambas manos, como si fuera una pelota caliente par poder quitar el frío de los dedos, es agradable, así, acercar la taza al rostro y aspirar el vaho caliente de la bebida.”

Porque mientras eso hago pienso que puedo escribir que caliento las manos así. Pero pienso también:

¿A quién podrá interesar esto?
Hago un huequito, empujando entre la nube que traigo últimamente adentro mío para poder encontrar un atisbo de respuesta.

A nadie, me respondo. O tal vez sí, yo me paso los días leyendo textos que no creería que podrían interesar a nadie.

Uno, a fin de cuentas, no escribe por eso. ¿O sí escribe por eso? ¿O por cuál eso escribe uno?

Mis dedos se calientan. Escribo esto.
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viernes, 17 de abril de 2009

KAR-MA
Llegó inopinadamente: ¿puedo decirte algo? Claro, le respondí. Incluso me puse de pie pues así aprovechaba y me destrababa un poco física y mentalmente saliéndome de la página de Excel que ya rato tenía recalculándome la paciencia.

Lo miré, parecía un tanto agitado, sobresaltado, desprotegido (como siempre, debo decir)
-Vengo muy enojado
-¿Qué pasó? Pregunté y eso bastó para que me dijera y me dijera y me dijera:

Ya sabes (lo sé) por dónde me gusta caminar, así venía, mirando el basural que el viento se ha llevado a los barrancos, los mezquites todos llenos de bolsas de plástico. Pensando venía, tranquilo… y entonces cuando subí del barranco, resbalándome entre el polvo, vi que tendría que cruzar un arroyo que se formó con la fuga de una tubería de drenaje. Visualicé la situación y me di cuenta de que las posibilidades de pasar sin afectarme eran completas, si pongo un pie en aquella piedra, si salto después a donde está seco, si… y ¿qué crees? (no espera mi respuesta): Pasó un pendejo en un pickup negro, en chinguiza y me… a ver si encuentras una palabra más adecuada, que no sea pringar ni mojar… Un instante lo miré, buscando la palabra adecuada, balbuceé: ¿humedeció, lloviznó…? sin hallarla. Me llenó, mira, mostrándome su pantalón al que yo no le vi nada extraño (ya se le había secado, aclaró), me mojó con aguas negras… ¿qué se creen éstos, dueños del mundo, de las calles, de Cananea? Pudo haberme matado e igual se hubiera ido sin voltear siquiera… ¡Me cayó agua sucia en los ojos! Decía mientras se sacudía… ¡Tragué aguas negras? ¿sabes a qué saben? No, dije. Saben a agua y a mugre y a metal y apestan, me decía Rafael cada vez más enterado de lo que le pasó… Pero –bajando notoriamente la voz- yo estoy plenamente convencido de que todo, eh, todo, lo que nos pasa es puro karma, no sé cuándo, no necesariamente en esta vida, hice algo que me mereciera empaparme de aguas negras (y empaparte por adentro, acoto, no vaya a ser que se le olvide)… Reflexiona (fugazmente) ¿sabes? Cuando era muy niño, mis papás nos llevaron a mi y una de mis hermanas a un pueblo de aquí cerca (y aquí describe el pueblo, los pueblos de Sonora en aquellos remotos tiempos), había no excusado, ni letrina, dice, había un hoyo en el suelo y mi hermana y yo dábamos vueltas y vueltas alrededor, jugando, hasta que ¿qué crees? No sé digo, por supuesto ya sabiéndolo… me caí dentro. Así que no es la primera vez, le digo, que me lleno de mierda, dice él, ya olvidado del enojo ¿sabes a qué sabe la mierda? NO (veloz respuesta)… sabe ácida, a tierra y podrido. Apesta, concluye. Voy a lavarme.

Al regresar del baño, continúa hablándome del karma y me dice entre algunas comas que se le atraviesan, a ti no te pasaría lo que me pasó, aquí confortablemente trabajando, protegida, calientita… ¿y lo del karma? le digo ¿Estoy aquí por alguna cosa que hice bien o que hice mal?
No sé, tú piénsalo, ya me voy, tengo que ir todavía a Cananea Vieja. Y se va. Y me deja.

Pensando en las aguas negras que todos, supongo, tragamos a diario o de vez en cuando, por culpa de algún pendejete con pickup o sin él que nos ¿chispea?, o por andar corriendo alrededor de donde no nos llaman y apesta.
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Vulnerable me deja.
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Pensando en la mierda y su sabor.
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jueves, 16 de abril de 2009

Tercera edad
martes, 20 de febrero de 2007, para Carlos

Es, creo, la posibilidad que ofrezco. y casi siempre suelo entregar, de escuchar, lo que ha hecho que la vida me obsequie con amigos que sobrepasan los ochenta, los noventa años.

Conocí a Don Luisito hace ya más de un decenio, le gustaba llegar a visitarme a la biblioteca, a platicar, a contarme cosas de viejo, decía, hombre agradable y dulce que recordaba sus tiempos de iniciación a la música, la revolución en Cananea y de su infancia le pedía yo siempre que repitiera una anécdota de cuando en estas calles del pueblo jugó a las canicas con Lázaro Cárdenas, entonces un muy joven militar a caballo… Murió en Hermosillo.
Ahora, paso por la casa de Don Luis Mendoza y por las ventanas del frente se ve hacia adentro cómo derribaron las paredes y quedará sólo un cuarto grande donde serán las oficinas del Registro Civil. Su casa…

Don Erasmo tenía un carácter fuerte. Publicó varios libros y gustaba de hablar de su vida en Nuevo León, de su profesión de abogado que fue lo que lo hizo llegar y quedarse en Cananea. Escribí para él un prólogo porque publicaría dos libros más, uno de cartas y otro de anécdotas laborales y personales… Hombre meticuloso que guardó durante toda su vida la correspondencia que enviaba y recibía, las fotos, los libros, todo ordenadamente, con un cuidado que hablaba de amor por la historia y por su pasado, la familia. En verano me regalaba duraznos de su huerta. Luego de una desafortunada caída que transformó su vida de nonagenario totalmente capaz de valerse por sí mismo, dejó de caminar, aún en tres ocasiones una persona lo trajo para que hablara conmigo. Después murió.
Me contaron que una de las hijas de D. Erasmo Lozano Rocha llegó y se deshizo de todas sus cosas de la peor manera, sacó libros, documentos, fotos, cartas… a la calle, como si basura fuera. Y así, tal vez, la recogieron y se la llevaron…

Doña Lala amó las flores, ya tenía más de noventa años y cuidaba su escarpado jardín en andadera y con su envidiable ánimo. No te hagas vieja, mijita, me decía, te la vas a pasar como yo, llorando. Murió y sus flores no se dieron cuenta.
Su casa me sigue quedando cerca, está abandonada, la venden , el jardín seco y entristecido, todavía en la pasada temporada tuvo flores gracias a las lluvias, pero hace días algunos niños que de seguro no saben del amor de una anciana por ese pedazo de vida, le prendieron fuego… tal vez reverdezca…

Don Eloy fue un hombre fuerte que según él me decía, al levantarse, con noventa años ya, lo primero que hacía era ejercitarse; leyó mis poemas y dijo que eran eróticos y que le gustaban por eso, lo decía con una sonrisa pícara que aún veo. Murió hace pocos años.
Hace una semana, la casa que perteneció a Don Eloy Bustamante se quemó, pasé cada día de esta semana y vi en el suelo fragmentos tiznados de fotos en blanco y negro, pedazos apelmazados de lo que fueron libros, confeti de revistas amarillentas, ropa, muebles, cenizas de la vida de ese hombre que fue una fuente de recuerdos…

¿Qué más puede uno decir?
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martes, 14 de abril de 2009

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Un día una mujer le dijo: siempre que oigas esta canción, acuérdate de mí. Y le cantó una canción. Y ella, obediente, siempre que la oye, piensa en la mujer, aquella. (Tal vez la mujer ya hasta murió, ella no sabe, sólo la recuerda: Hizo una promesa)

"Pensamiento"

(Rafael Gómez)

"Pensamiento, dile a Fragancia / que yo la quiero / que no la puedo olvidar / que ella vive en mi alma / anda y dile así / dile que pienso en ella / aunque no piense en mi / / Anda pensamiento mío / dile que yo la venero / dile que por ella muero / anda y dile así / Dile que pienso en ella / aunque no piense en mi. "


Estos momentos llegan siempre. No es que lleguen como si volvieran de algún viaje. En realidad nunca se han ido. Siempre están. Agazapados tras la puerta, espiando. Y ella, tan vulnerable a los descuidos, tarde o temprano olvida que esa puerta debe estar cerrada, las rendijas tapadas, las ventanas con las cortinas corridas.

Lo olvida y permite al abrir la puerta, al asomarse por la ventana, que estos momentos se abalancen sobre su tiempo, ocupen todo el espacio, todo el día, la noche... Ella, de pronto, ya no duerme, llora.

Y siente que quiere escribir.
Aunque no puede.
No mucho.
Casi nada.
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jueves, 9 de abril de 2009

Ausencia

el silencio es caracol tornasolado
que tiene
(sin él saberlo)
el poder
de ser un herrumbroso clavo
cuando prosigue su caminar
en el resbaloso tiempo
que suele ser
(sin ella saberlo)
la distancia
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martes, 7 de abril de 2009

Treintaitrés

La he visto en fotos blanco y negro, fotografías familiares, siempre con expresión adusta, disgustada. No le gustaba su nombre, me cuentan. Le decían Fenny

De ella sé que “era mala” me dice alguien recordando una infancia común, “nos encargaban con ella porque era la mayor y nos maltrataba. Recuerdo cuando nos peinaba, nos daba unos jalones muy crueles, nos hacía llorar.” También que fue muy rebelde y noviera, que se iba sin permiso del padre… que la castigaban por ello.

Se casó, le nacieron hijas, unas murieron… marido infiel que la orilló a actos desesperados, de celos y amargura, de violencia. Hombre que no la hizo feliz.

Otros hombres inútiles, otras hijas y por fin, el niño, el hijo que, sabe por qué (¿puede alguien no intuirlo?), anhelaba tanto varón. Y al final, otra niña.

Tuvo diez hijos, le vivieron cuatro mujeres y un hombre.

Y uno creería que estamos hablando de una mujer de más de cuarenta…

Enfermó. Entre tantas historias que uno oye desde niña, que lee, que inventa, no hay nada igual a la imagen de mi abuela Isabel caminando por el cañón reseco de los arroyos prehistóricos del pueblo polvoriento donde vivieron sus últimos años. Caminando y recogiendo, mientras llora, los trapos ensangrentados que ha dejado tirados su hija mayor, Estéfana.

Cuenta mi mamá que, enferma, pedía comer dulce, quiero capirotada dijo un día de cuaresma, ella que nunca había gustado de los alimentos dulces. Fue rápido, unos meses de sufrimiento… mi mamá fue con ella en la ambulancia que la llevaba de Cananea a Hermosillo. Mucho, mucho antes de llegar, murió. Mucho antes de vivir ya estaba muerta.

Me recuerdo niña, viendo el ataúd en la sala de mi casa cuando la velaban. Abril 2, el día que cumplió 33 años, ella, mi tía Fenny, murió. La menor de sus hijas sólo tenía un año.

No debería escribir esto, lo sé. No es falta de respeto, de verdad. Es que me parecen chingaderas esas maneras de llevar o ser llevada por la vida, tanto dolor.

Porque hay dolores que producen, que nos obsequian. Dolores que matan pero después de una vida plena, llena tal vez de satisfacciones. Pero ella, puro dolor, carencia, sólo sufrimiento.

Llanto.

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lunes, 6 de abril de 2009

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  • Merolico lunes
  • telúrico, metódico
  • pancreático
  • sabático
  • lunático
  • afónico. benéfico, eufórico
  • onírico, maléfico...

Un lunes, sólamente.

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viernes, 3 de abril de 2009

Lunática
"La luna se aleja de la tierra 3.8 centímetros cada año.

Mira, con razón. Ya lo decía yo.

O sea que desde que nací casi dos metros la luna ya no está tan cerca.
¿Qué significa?
¿Nada?
Claro que absolutamente nada. Pero qué lindo saberlo.
Me encanta.
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miércoles, 1 de abril de 2009

Comprarvenderpagarcobrar


Hay una información desconcertante aunque certera y que tal vez a nadie importe pero a mí me tocó con sus dedillos enclenques desde que la leí: “Los meses que empiezan en domingo siempre tienen un viernes 13” Y claro, es cierto. Así pasó en febrero y marzo de este año. Día primero, domingo… inexorablemente el día 13 fue viernes. Alguien diría, qué absurdo saberlo (yo lo dije, lo pensé) y los que empiezan en viernes, son dueños de un sábado 16; los que en lunes empiezan poseen un miércoles 17… ¿Y qué?

Pareciera que lo notable del caso enunciado primeramente es el carácter festivo del domingo, descanso, pachanga. El viernes trece, por el contrario, es considerado de mala suerte.
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La culpa.

Es así que entiendo esto: se tiene que pagar por lo que se recibe. ¿Suena lógico, justo, correcto?

¿Qué? ¿Nadie regala nada?

lunes, 30 de marzo de 2009

Protagonizar la vida

Hay personas de quienes no podemos recordar anécdota alguna, ni curiosa, triste, ni molesta... sólo tal vez recordemos de ellos su nombre y que estuvo alguna vez en nuestra pantalla, no como protagonista, ni personaje secundario... sólo como doble y quizá.


Hay otros, en cambio, que no podemos pensar en ellos sin que a nuestra memoria llegue una avalancha (ah, las metáforas) de recuerdos chuscos, interesantes, macabros, o dolorosos.


Mi primo Manuel Aarón, "Miko", el mayor de mis primos, , el primer nieto de mis abuelos paternos, Josefa y Miguel, el que sólo nació unos años después de mi padre, es uno de estos protagonistas perennes.


Es sábado 28 por la tarde, recibo una bellísima noticia que me llena el corazón de flores y esperanza. Y una llamada telefónica que me dice que este mismo


sábado por la mañana murió el Miko, en Tucson, donde vivía desde hace más de 40 años tal vez. Hermano de nueve, primos y primas, nada secundarios pero como él, ninguno:


mujeriego, labioso, encantador, simpatiquísimo, charrero, excelente hijo, pero el peor de los hijos también.
Dos veces se casó. La primera con Juanita, norteamericana que no hablaba ni pizca de español y que junto a él, tan moreno, brillaba como sol. Tuvieron tres hijas, lindas y distanciadas de la familia desde que ellos se separaron. Años después le nacieron dos hijos de otra esposa. Ya todos tal vez lo hicieron abuelo desde cuando.
Él nunca dejó de dar de qué hablar.
De sus estancias en prisión recuerdo habernos carteado con fruición a pesar de la diferencia de edades que pudo habernos separado. Creo suponer que tenía yo en ese tiempo de que hablo 15 o 16 años.
Un día me pidió le mandase fotos mías y de mi hermana. En bikini, dijo. Le pedí explicaciones de tan peregrina solicitud (mi padre, de haberlo sabido, se habría negado rotundamente). Me respondió veloz para decirme que con esas fotos en bikini de dos bellas primitas obtendría favores y beneficios en aquel lugar; además podría intercambiar nuestra dirección con algún preso que se interesase en mantener correspondencia con alguna de nosotras. Aún me divierte pensar en su ingenuidad y/o malicia (ingenuidad al creer que se las enviaría y malicia.. por lo mismo).
En prisión estuvo encargado de una publicación que manejaba temas jurídicos, información legal para los presos y literatura, así como mensajes postales. Nos perdimos mi hermana y yo de aparecer en uno de sus números ataviaditas con bikini en medio de la nieve o el frío cananense. Tal vez aún anduvieran por allí nuestros cuerpitos en papel manoseados por manos encarceladas.
No fui su prima preferida. Ignoro si tuvo preferencias. Todos lo querían. Él sí fue el primo más loco que recuerdan la mayoría de mis numerosos primos, el sobrino más entrañable de los hermanos de mi padre. Del que más expectativas se tuvieron siempre.


El domingo 29 fue mi cumpleaños. Qué vida, pues.
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sábado, 28 de marzo de 2009


Albericoquitos (con Clínica Obrera al fondo totalmente desperdiciada y casi en calidad de desahuciada)
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Sábadode dedos fríos...
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dadodependientediablodudadordialectodemoledorduraznoderrotadodiálogodemente... Aquí, como bien parece, no dice nada... dominar despecho desarmable desamparo desamarro desafano desando desubico despeloto. aquí tampoco dice nada.: Sábado de dedosdesnudosy desanudados.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Versiones, otras

V
Su saliva era dulce
¡No me digas!
Sí que lo era y su lengua
¿Dulce también?
No, gentil.

VI
Porque me escribió un poema
De amor
No, diciendo que la mujer no existe
Qué pinche

¿Entonces?
Me lo escribió.

VII
Me decía cosas sucias
¿Apestosas?
Su-ci-as
¿Letrina, podredumbre?
Oh, tú sabes
Sí que sé
Cositas sucias
Qué rico

VIII
Porque me enseñó a volar
¿Te enseñó? ¿Me estás cuenteando?
Sí, claro
Ya lo decía yo

IX
Me daba viajes rebotando en la oscuridad
No te entiendo
Yo tampoco pero me los daba

X
Una vez lloró
¡Chillón!
Y no pidió perdón
¿Por eso?
¿Te parece poco?

XI
Porque me amaba
Yo no
Porque le amé
Yo tampoco
Ja, esa es una película
Y una canción
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lunes, 23 de marzo de 2009

Cuatro primeras versiones del porqué

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I

Es porque tenía sus manos muy grandes

¿Y?

Vas a pensar que estoy loca

No, dime

Con una mano podía cubrir mi rostro completo

¿Y?

Eso me excitaba

Órale, tá bien…

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II

Cantaba

¿Cómo?

Medio desafinado

No pregunto eso ¿cuándo lo hacía?

¿Ves la diferencia? dijiste: CÓMO

Perdón… ¿cuándo?

Cuando caminábamos

¿Y?

Casi no hablaba, no le gustaba hablar

¿Y?

Eso me hacía sentir bien, parecía feliz conmigo

¿cuando no hablaba?

Nooo... cuando cantaba

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III

Bueno, comía rico

No entiendo

Sí, me encantaba verlo comer

¿Por?

Porque su boca

Mmmm…

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IV

Era caliente

¿Cómo?

Calientito, de noche

¿Nomás?

Y me abrazaba. Mucho.

¿Y, qué más?

Olía bien. Era limpio.

Éit, eso se oye muy bien.

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.,

martes, 17 de marzo de 2009





Estos son, sucesivamente, flores de albericoque, de membrillo y del hermoso durazno... Van para Miriam (lamento los textos fúnebres) ... ya sabes:
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"Que quien por un vidrio mira
que hace algún color distinto
todo cuanto ve con él
está del color del vidrio».
(Agustín Moreto)
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«Y es que en el mundo traidor
nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira».
(Ramón de Campoamor)
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Los lentes verdes que se usan en el reino de Oz (el terrible) para ver el mundo de esmeraldas lleno... En fin.
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viernes, 6 de marzo de 2009

“Antepuesto al cuerpo de la obra…”

Leo el prólogo a Elsinore, de Salvador Elizondo. Pienso.

· Que hace más de veinte años leí El Grafógrafo.
· Que Elizondo ya murió.
· Que leí también El retrato de Zoe y otras mentiras.
· Que hace viento.
· Que el tedio.
· Que también Farabeuf.
· Que el aburrimiento.
· Que el hastío.
· Que Narda o el verano me gustó mucho.
· Que el cansancio, que el hartazgo (que no es lo mismo ni igual dice el diccionario, ni el fastidio)

Los prólogos en ocasiones -no es este el caso- son tan o más interesantes que el material prologado y ya se sabe, no descubro, ni pretendo descubrir la forma de las nubes ni la volubilidad de los amoríos, ni el hilo de ningún color (el hilo lacre, en Pito Pérez). Repito lo que ya se sabe. Escribo.

Yo prologo, tú prologas, él prologa, nosotros prologamos…

Y nos convertimos en máquinas de prologar y escribimos para ser prologados. Pienso en un personaje que se echó a cuestas la dulce tarea de prologar todo material escrito que cae en sus manos. Y está bien. Digo, unos lo escriben y otros lo prologan, qué se le va a hacer.

Elizondo dice en El Grafógrafo: “Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo.” Oh, sí.

No es que lea Elsinore y por eso me haya detenido en el prólogo. Sólo pongo folios, números de adquisición en páginas, sellos, clasificación, me doy cuenta de que es el tercer ejemplar del título, distribuyo las tarjetas catalográficas. Hago mi trabajo. Mi trabajo me ha hecho.

Y leo un prólogo.

Nuestras vidas son los prólogos que van a dar… a algún libro acomodado en un estante en la biblioteca de los mares de la cotidianeidad.

(a veces el prólogo de nuestra vida es más interesante que el cuerpo de la obra, lo que en ella hemos escrito…ni modo.
En ocasiones quien lee el prólogo que nos precede, gracias a él desiste de leernos. O, por las virtudes del prólogo nos leen con fruición. Oh, decepciones… ni modo)
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miércoles, 4 de marzo de 2009

Almíbar casi primaveral

Marzo, mes de la primavera. Aquí, sin embargo marzo siempre (palabra que no es) fue un mes de invierno aún, de heladas y vientos.
Hemos tenido poco más de una semana con mucho calor y eso bastó para que los árboles frutales, específicamente los duraznos, albericoques y ciruelas, como en un acto de magia, se llenen de flores.
Blancas, y rosas en muchas tonalidades, todas florecitas delicadas que pretenden algún día convertirse en fruto.
Y volteamos al corral y allí están, y a los jardines, y a la distancia, por todos lados manchones blancos y rosados que sabemos con perfume; por todas partes las flores.
Alboroto en los árboles (el membrillo con sus bellas hojitas –no puedo decirles hojas, son hojitas aunque suene almibarado- llenas de pelusa), la gente con ropa veraniega se pasea, los pájaros cantan a todo lo que da. Los periquitos han tenido ¿periquititos?, la valentina, una perra del barrio, tuvo tres cachorros ayer.
Pero hoy las cosas parece que cambian. El viento llegó, los petalitos tiemblan.

Hay varias formas de vivir, aprovechando lo que venga o previniendo lo que vendrá. Alocarse en una primavera ilusoria y fugaz o dejar que a su tiempo lleguen las flores los frutos las hojas y lo que haya que llegar…

Y si el frío no se va ¿nos quedaremos con las flores arrumbadas?
Y si se va este precoz calor ¿nos dejará sin pétalos, matará los frutos el frío?

Me caigo tan mal cuando parece que doy consejos.

Pero no, no tengo ni la menor idea de la respuesta. Si es que la hay.
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lunes, 2 de marzo de 2009

Querer

y que a uno lo quieran.
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Vaya asunto.
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Desde que somos bebés deseamos agradar ¿para qué?
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¿Sólo un recurso biológico para recibir alimento, abrigo?
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Deseamos el apapacho, el abrazo, que alguien nos diga: lo has hecho bien, me gustas.
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Buscamos reconocimiento.
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Escribimos.
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Escarbamos en las relaciones con los demás, desentrañando el afecto con las herramientas de la sonrisa, la voz dulce, el acomedimiento.
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Igual en las relaciones de pareja. Pero.
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Hay veces que nos pasamos.
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Acosar no es lo mismo.
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No entender que el NO en ocasiones, muchas veces, casi siempre, significa NO (un adiós es un adiós, dice un tango), ocasiona muchos problemas, sobre todo si se trata de una pareja que ya no lo es ¿quién sabe lo que es una pareja?
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Hay algunas, muchas creo, canciones que ilustran la cuestión, distintos matices, pero el mensaje es el mismo: vete pálla, quítate de aquí, déjame estar… versiones del desamor.

Una.

No me quieras tanto

Yo siento en el alma, tener que decirte
que mi amor se extingue, como una pavesa
y poquito a poco, se queda sin luz
Yo sé que te mueres, cual pálido cirio
y sé que me quieres, que soy tu delirio
y que en esta vida yo he sido tu cruz
Ay amor ya no me quieras tanto
ay amor no sufras más por mi
si nomás puedo causarte llanto
ay amor olvídate de mi
Me da pena que sigas sufriendo
tu amor desesperado
que quisiera que tú te encontraras
de nuevo otro querer
Otro ser que te brinde la dicha
que yo no te he brindado
y poder alejarme de ti
para nunca más volver
Ay amor ya no me …
.
Aunque es psicología inversa casi, donde el que pide quítate, queda como víctima o como salvador de quien no se entera de que el amor se apagó. Abre los ojos, ya no hay nada para ti, búscate otro (a). “Si nomás puedo causarte llanto…”, así dice, imposibilitado para causarle algún placer, un gustito aunque sea…
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Dos
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¿Y esta: Bohemio de afición que cantaba aquel Gerardo Reyes?
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Aléjate de mi no quiero que me quieras
yo soy otoño gris y tú eres primavera
tú llevas en tu ser pureza de adeveras
en cambio yo me pierdo por cualquiera
.
Aléjate de mi yo en nada te convengo
mi mundo de ilusión es todo lo que tengo
infiel en el amor lo traigo de abolengo
rompiendo corazones me entretengo
.
Yo todo lo que tengo lo doy por las damas
y nunca me entretengo a ver si me aman
les doy mi corazón tan solo una semana
y luego sin rencores dejo que se alejen si les da la gana
.
Me quito la camisa por un buen amigo
hoy vivo millonario, mañana mendigo
mi dicha y mi dolor, a nadie se lo digo
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
.
Bohemio de afición, amigo de las farras
de noche mi timón navega sin amarras
el antro de lo peor me atrapa entre sus garras
si hay vino, si hay mujeres, si hay guitarras!
.
Yo todo lo que tengo lo doy por las damas
y nunca me entretengo a ver si me aman
les doy mi corazón tan solo una semana
y luego sin rencores dejo que se alejen si les da la gana
.
Me quito la camisa por un buen amigo
hoy vivo millonario, mañana mendigo
mi dicha y mi dolor, a nadie se lo digo
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
por eso nadie sabe cuando estoy gozando, cuando estoy herido
.

Mira qué vivo el infiel.
Pobrecito, qué puede hacer contra su inclinación bohemia.
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Y Tres
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La que sí me gusta (que nadie me la cante nunca, que jamás la oiga de quien quiero…)Me gusta mucho, incluso me hace reir. es una que se llama La Milpa, de Los cadetes de Linares… no pone pretextos, no se justifica, no aduce cuestiones de genética o sociales. Ya no, dice.
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Ya no quiero que me quieras no seas necia
no dirijas tus miradas hacia a mi
lo que tengo es para ti el mayor desprecio
vive sin mi como yo vivo sin ti, como yo vivo sin ti
.
Haz de cuenta que sembramos una milpa
y esa milpa con la helada se secó
haz de cuenta que los dos fuimos basura
y vino el viento y lo que paso voló
y nos separó a los dos
.
Ya no quiero que me quieras no seas necia
no dirijas tus miradas hacia a mi
lo que tengo es para ti el mayor desprecio
vive sin mi como yo vivo sin ti, como yo vivo sin ti
.
Has de cuenta que sembramos una milpa
y esa milpa con la helada se secó
has de cuenta que los dos fuimos basura
y vino el viento y lo que pasó voló y nos separó a los dos.
.
Tan tan
.