sábado, 18 de febrero de 2006


Febrero de 1997

Pues sí, hoy sí se va esta loca ¿Cuándo llegará contigo? Ve tú a saber, ya ni conjeturar es verbo. No, claro que no: yo conjeturo, tú conjeturas o conjetureas... ja.
Ah, bueno, ya ni hacer conjeturas es bueno... con que llegue se conforma esta loquita, que ya se muere por estar entre tus dedos grandes (le he hablado mucho de tus manos, de tus dedos fuertes y ya quiere conocerte, quiere saber qué se siente ser estrujada, sudada, doblada, rozada... y bésala, por favor, le recomendé tus besos ampliamente y si no la besas, se decepcionará; su condición de carta no la exime de ciertos deseos). Esta carta quiere estar en tu casa, quiere rodar en tu cama, perder la cabeza entre las sábanas, quiere que la mojes... Ay, pinches proyecciones
pinches frustraciones
pinches noches solas
pinches dedos torpes
pinches deseos pinches
Me quedo casi sin aire
me hundo
me muero...
Ojalá me llames

Te abraza, te besa, te apapacha, te acaricia, toca, estruja, lame, huele, roza, ensaliva y te hace cosquillas en el alma (intenta, por lo menos)

Teresita
ja
ja
ja



Marzo de 1997


Ay, querido, qué lluvia, qué frío, qué granizo: se van a helar todas las flores. Desde aquí veo cómo el granizo golpea la madreselva, las flores amarillas y olorosas; las bolitas blancas rebotan y hacen que las hojas se estremezcan verdemente. Yo adentro me estremezco de incoloro frío... llegué hace como media hora y aún estoy mojada (creo que siempre, por una razón o por otra, estoy siempre mojada); no pude guarecerme en ningún portal, ni hubo árbol torcido que me resguardara de esta tan derecha y fuerte lluvia, y el cabello está mojado, la blusa y los zapatos también.
Es jueves 21 de marzo. Aquí la vida sigue a pesar de todo. ¿Y allá?

Parece que la lluvia ya se quiere ir, yo también me voy. Te digo que nos vemos pronto. No te muevas de allí. Ya llego, Uguito mío.

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