martes, 14 de febrero de 2006

Menos el domingo


“Al fin y al cabo, las cartas son del que las escribe.¿No es cierto?”
Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera



“Menos el domingo
todas las tardes
salgo a ver al cartero
a ver si trajo algo para mí.
Oh, Virgen de Alta Gracia
A ver si un día se acuerda de mí”

Daniel Santos, “Linda”


“Mi mayor placer es la turbación que debo estar provocando en ti, en este instante, que ya no es el instante en que escribo y sin embargo es el mismo” Crónica de la intervención, Juan García Ponce



¡Quihúbo, loquito! Afuera llueve y llueve. Quisiera ver el agua, pero solo puedo oírla. Y la siento. Frente a mí, la ventana solo deja ver la noche. Mojada, escurriendo negrura.
Son las 10:35 de la noche del jueves 25 de agosto, día de Luis Rey (creo)
Esta pluma escribe rico y el agua sigue viniéndose. Eugenia León canta : “Yo no sé / cómo puedo vivir / sin tu amor”
Ahora sí, te beso con muchas, muchas ganas de besarte; te abrazo con un chingo de ganas de abrazarte ¿Cómo estás, amorcito?
“Contando las horas de la noche / esperaré /Piensa, mi bien / que te quiero / de veras...” (sigue E. L.)
Y yo me quedo casi muda mental pensando cuánto tiempo sin escribirte. Y no me creerás que pienso tanto en ti. Tanto, tanto...
Sigue lloviendo. Quisiera sacar la cabeza por la ventana para que se quite el dolor y se vaya con la agüita fresca y nocturna.
Pero no puedo.
“si una vez te besé / ya no me acuerdo / yo no sé si te odiaba o te quería / el olvido triunfó sobre el recuerdo”, sigue Eugenia
Ahora estoy de espaldas a la ventana, hincada en el suelo, escribiendo sobre la cama (en penitencia para escribirte mejor, dijo el lobo –y la caperucita lo leyó)
En la casa (corral) de enseguida vive una perra y en este momento está pariendo... con estos charcos celestes... ¡pobres perritos!
¿por qué no puedo escribir bien? La lluvia me emociona, distrae mi mano “... y aunque tú fueras / de todo el mundo / yo soy de ti...”
Estoy leyendo sobre China (-h- ojeando a China), y aquí veo una foto de Chiang Kai-Shek montado en un caballo muy loco que parece de juguete; o no, más bien parece caballo artificial o de mentiras; muy bien hecho, pero falso. Y no, es de verdad; es un caballo que estuvo vivo, respiró, comió, se murió... y el agua sigue (el caballo te gustaría)
“... que nada ni nadie hará / que me olvide de ti.”
¿Cuándo te veo? ¿cuándo, cuándo?
La lluvia rica cae y cae. Moja y moja. Yo me mojo, tú te mojas, nosotros nos mojamos. ¿Me permites mojarte en este baile, loco? ¿serías tan amable de mojarme en la siguiente pieza?

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