sábado, 7 de octubre de 2006

Esta noche quisiera
más que nada
tener tus ojos cerca
poder poner mi boca sobre ti
y morderte.


Ve tú a saber

Ve tú a saber, amor
de dónde sacaremos filo
para cortar tanto ombligo
que anda suelto.

Ve tú a saber, amor
si el tiempo
retornará a secar
el llanto de los perros.

Ve tú a saber, amor
cuál de los nombres
repicará con armonía
en este lodazal de tu memoria.

Ve tú a saber, amor
cuándo estos dedos
podrán estrangularte
dulcemente.

Ve tú a saber, amor.



Llueve

Me tiro de cabeza
a darme un chapuzón
entre tus piernas

4 comentarios:

Pina dijo...

ah, esta última!, la obra más tuya. Recuerdo haberla publicado en una pequeña "revista" escolar del ITMAR, en la sección Poemas de Otros (como el poemario de Benedetti).
Fita: estoy llegando a la conclusión que tienes sangre del sur: la primavera te trae más peligrosa que a Boticelli, jeje.

Saludos.

Unknown dijo...

Vaya chapuzon con albricias.

Ve tu a saber cual de tus palabras me ha calado hondo el corazon.

Un beso del sur.

jose fá dijo...

PINA: sangre del sur, la norteña (esa soy yo)... mi sangre no tiene puntos cardinales que, por otro lado ¿qué es eso?, diría el David desde su cercana lejanía o viceversa

Máximo: tus besos, estos sí que del sur, aunque lleguen de uno en uno, los disfruto enormemente y me siento una rosa de los vientos

Anónimo dijo...

qué delicioso eso de los puntos cardinales... me sabe (¿o suena?) a algo parecido al granate: la granada.
¿Será porque al morder viaja por todos lados su dulzura en rojo (granate, más bien)? O será por la misma osadía rebelde de la fruta, que además mancha la piel,la boca, la ropa y es así de inlvidable... no se.

Y todo por el post de arriba, -creado (casi) por Mariana- y la luz (o la falta de ésta)