lunes, 23 de octubre de 2006

Trenes nocturnos

En ciertas madrugadas
cuando el sueño no es definitivo
y aún el ruido y los aromas pueden inquietarme
hay trenes que con su silbido me arrancan
a jalones
de ese terreno escabroso
que aún me pertenece
y todavía no es sueño.

Son capítulos de un libro de metal nocturno
parece que acarrearan muertos
como aquellos muertos de novela
o aquellos otros muertos de la vida cierta
y pienso entonces en mis muertos
en todos esos muertos que viajan sabe Dios
en cuáles trenes
mirando quién sabe qué paisajes
detrás de ventanillas que no se abren
diciendo adiós a los que despedimos
su recuerdo.

En ciertas madrugadas
cuando todo podría reencontrarse
y el dormir es casi lo único posible que nos queda
después de los terrores diarios
llega el murmurar profundo del gusano
el paso lento de vagones ronroneando
sobre el riel
y los durmientes.

Nosotros, que dormimos
y tal vez soñamos en amaneceres
como una posibilidad ignota
somos despertados a veces bruscamente
cuando pasan y untan su chirriar nocturno
esos rectangulares espacios
desvelados huecos que se mueven
guiados por caminos de metal.

Quién los lleva
me pregunto
a dónde irán.

Y en el colmo del soñar y despertar a ratos
la representación de un muelle como destino final
llega a mi memoria que duerme e inventa:
un muelle de niebla
con maderas rotas, pobladas de seres
mojados
esperando obtener un pasaje
que pudiera hacerlos despertar
Tal vez son estrellas marinas
que desearían volar

Considero la remota
la lejana
la imposible
brisa
Sostengo la esperanza de una imagen
borrosa entre la bruma del sueño
de mares estrellándose en las ruedas
y vías derritiéndose en la sal.

A veces, esos trenes
desvelados buscadores
de tesoros
desvelados muertos
de las pesadillas
me hacen creer
que ya he muerto
y navego buscando mi tren
mi pedazo de noche
una ventanilla tras la cual mirar
y decir adiós
como todos los que ya no están
traqueteando sobre un camino
de hierro, de piedras y sed

Y en esas ciertas madrugadas de susto
a veces despierto del todo
Y sé:
son trenes cargados de cobre

Me digo:
son cajas reptantes, mensajes que no se reciben
destinos que no son
sino lugares vacíos que se mueven
de allá para acá.

Son trenes resecos
vagones rellenos de aroma profundo
pozos de materia muerta.

2 comentarios:

Bernyciento dijo...

Viajes hacia la nada... donde hay mucho... Hermoso...

Visite mi blog:
http://universoberny.blogspot.com/

Pina dijo...

ah... los trenes nocturnos, sitios donde puede viajar el purgatorio.