viernes, 30 de junio de 2006

Estampas de la democracia


Hay una diferencia muy grande entre la teoría y la práctica, no es mi intención filosofar. Pero entiendo los libros de civismo y la Constitución, entiendo cuando busco definiciones en el diccionario; sé lo que es política, elecciones, campañas, candidatos. Mas no puedo asimilar la política, no puedo aprehender las elecciones, digerir las campañas. Sé, por ejemplo lo que es morir, pero nunca lo sabré hasta que muera (y en realidad entonces es cuando menos lo comprenderé)*. Votaré, ya sé por quién, oh sí. Y veré todo ese espectáculo desde mi no entender. Así es, a estas alturas no aspiro a más.

Ayer fue el último día de campañas. Eran cerca de las diez de la noche, y de pronto, en el silencio pueblerino que me rodeaba (y me rodea siempre a esas horas), escuché una triste voz diciendo desde un auto, con micrófono en mano y bocinas mediocres: soy fulano de tal y soy candidato a, por el partido tal. Me dieron ganas de llorar, salir a recorrer las oscuras y solas calles a decir palabras inútiles junto a ese hombre solitario que no ganará elección alguna. Su voz era cansada y llena de melancolía, ofrecía disculpas, como si de verdad fueran necesarias, por no haber podido hacer las suficientes visitas domiciliarias, como si esa fuera la razón de su futura derrota…

Aquí hay una esquina que se llama (afán de este pueblo de sobrenombrar las cosas, los hechos y los hombres) “La esquina de la Democracia”. Y ha sido tomada. O lo fue en estos últimos casi treinta días. Un personaje, estrambótico o extravagante, loco o cuerdo, quién sabe, desde las seis de la tarde se colocó en la esquina mencionada, la por él tomada, con unas potentes bocinas y mucha saliva a hablar. Y hablar. ¿Algún tema, argumento? Ninguno, sólo frases, repetidas una y otra vez: "la mafia del pri, su candidato a presidente municipal está engañando al pueblo y todo el pueblo se tiene que enterar y su cuñado el zutanito, también y todo el pueblo se tiene que enterar la mafia del pri, su candidato a presidente municipal está engañando al pueblo y todo el pueblo se tiene que enterar y su cuñado el zutanito, también y todo el pueblo se tiene que enterar la mafia del pri, su candidato a presidente municipal está engañando al pueblo y todo el pueblo se tiene que enterar y su cuñado el zutanito, también y todo el pueblo se tiene que enterar la mafia del pri, su candidato a presidente municipal está engañando al pueblo y todo el pueblo se tiene que enterar y su cuñado el zutanito, también y todo el pueblo se tiene que enterar…"

Las delicias de vivir aquí.O allá, tienen razón.


* "… ciertos procesos universales que todos experimentaremos al morir. La parada de la circulación, el transporte inadecuado de oxígeno a los tejidos, el deterioro progresivo de las funciones cerebrales hasta su total interrupción, el fallo funcional de los órganos, la destrucción de los centros vitales: estas son las armas de todos los jinetes de la muerte.”, dice Sherwin B. Nuland en el libro Cómo morimos

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Chale; pensar que esa es la democracia.
Me gusta la manera que la describes, casi como una estampa de cuento ruso.

Saludos desde esa frontera en que se parte el año a la mitad. Y en el momento en que la tierra se encuentra a la mayor distancia del sol. (pero México no -esperemos-, por eso a estas horas de la noche nos tomamos una sol)Oh Sol!

Anónimo dijo...

Seguimos esperando que salga el sol; no vamos a permitir que nadie lo nuble. Menos alguien que pretende robar el color del cielo.

jose fá dijo...

cuánta decepción!

Anónimo dijo...