jueves, 12 de octubre de 2006

A Humberto Lavín

La sal de los inviernos

Nos llevará algún tiempo.
Cualquier memoria requiere
más que un silabario
entumecido
en las paredes de los cuerpos.

Parece que no sirven ya
los puentes
ni el añejo miedo a los suicidas
impide que calcule cuántas melodías
has escrito
en el infierno
o en el cielo si compones
si te encuentras
si aún.

Hay verbos y palabras imposibles
que no dejan.
Letras y sonidos
angustias y significados
rasgando las velas con las uñas dulces
para que no zarpen
las naves.
Para que sigamos.

Aquí.

La nieve es blanca
las sombras suelen ser oscuros
jirones de terror nocturno
que rondan por los callejones
el viento sopla
los perros mueren solitarios
las espinas pinchan
nosotros caminamos
otros duermen
despacito
algunos ríen.

Las tardes son ancianas silenciosas
tejiendo despedidas
la noche es un lugar
lleno de ruido
no hay nada que pueda llamarse
descanso.

Los carnavales
allá en la lejanía
presumen su amarillo.
Aquí
vestido de nubes cargadas
con olvidos
el gris lo cubre todo.

Elijo con cuidado las palabras
las bautizo con significados aparentes:
astrolabio: azul amate
barquillo bermellón: borato
escribo con espejos
guayabas y gardenias
humedecidas humaredas
tortuga-torre, torrencial-trasbordo.
me envuelvo en los sonidos
parece que enloquezco
ya no entiendo:
frontera, profuso unisonar
félido, cajones, silepsis, vegetar
lastre necromancia
ver (de) fenecido.
Muerto.
Difunto.
Cadáver y qué más.

En el recuerdo eres añil rocío
que agoniza a mediodía
el olor a sal de los inviernos.
el frío del metal.

Nos llevará algún tiempo.
porque la música ya nunca.
porque tus manos jamás.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Maestra... Si... Ésa es la palabra exacta para intentar abarcar un Universo de éxtasis contenido en el alma de una mujer que traduce a través de pluma, lápiz, papel, teclado y Web Page, horizontes ilimitados de talento y sensibilidad... Me encanta "verla" parir poesía, Maestra... así nace ese Universo...

Con todo mi cariño, admiración y respeto, su alumno, amigo y cómplice literario,
Óscar Bernardo Duarte Ballesteros

Anónimo dijo...

Soy uno de los afortunados que pudieron conocer primero, hace casi tres años, la forma en que saboreaba su "Sal de los inviernos"... Me dijo: "Te regalaré un poema"... Exclamé: "¿De verdad...?"... Usted respondió: "Sí..."... Y me interné en su sueño sin fronteras... La saludé de lejos, pero usted ya era sólo un punto en el firmamento que comenzó a brillar al caer la noche... "Porque la música ya nunca/ porque sus manos..."... POR SIEMPRE...

Pina dijo...

Ya somos dos afortunados, Bernardo...o tres, o miles o millones; no sé.
Este bello poema (aunque los adjetivos salgan sobrando) dignificó además a un Puerto al resultar ganador de los Juegos Florales del Carnaval de Guaymas en el año 2003, lo cual me llena de orgullo siempre.
Igualmente, cabe anotar que tuve la fortuna de conocer a Humberto Lavín, a quien de alguna manera rindo ese homenaje por haber dejado en la Fita un ser aún más pleno.
Abrazos, Fita, de octubre (el mes de los nuestros).

Manuel Parra Aguilar dijo...

Vicente Huidobro dice qe el primer deber del poeta es crear, el segundo crear, el tercero crear. O algo por el estilo. Lo qe realmente me sorprende al leer los poemas de Josefa Isabel Rojas no es tanto el contenido o la forma -en esta última debo reconocer qe no hay siqiera una necesidad por experimentar- sino la luminosidad en la qe se encuentran sumergidos los versos. Las imágenes plásticas de Isabel Rojas cobran su estancia como en un cuadro de Matisse. Es entonces qe el poeta de Isabel crea i hace creer al lector, aunqe no convenza al mismo dejarse atrapar totalmente.

Anónimo dijo...

Un hermoso poema para el rey del palindroma, ese Humberto Lavín que hizó elogio del negro humor. Gran amigo.